El Papa Francisco no pudo acudir el domingo a la bendición pública debido a que aún se encuentra en recuperación ante una cirugía que consistía en reparar una hernia abdominal y remover una cicatriz interna que estaba aquejándole desde ya hace un tiempo. Motivo por el cual decidió seguir la misa por televisión desde el hospital donde lo entendieron, rezando y recibiendo la eucaristía en privado.

Los médicos informaron a los corresponsales que el Sumo Pontífice lleva una serie de cuidados para preservar su integridad física, pues recordaron que solo posee un pulmón, motivo por el cual es necesario monitorear este aspecto.

De igual forma, recomendaron una dieta semilíquida para ayudar al Papa a recuperarse, resaltando que este debe de evitar esfuerzos con el fin de no ocasionar el desgarre de una malla prostética insertada como parte de la curación de su hernia.

Afortunadamente la evolución ha sido satisfactoria, llevando ejercicios de respiración con normalidad y continuando con movilización para su reintegración a la cotidianidad.

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