Por Paola Ceballos
El día de hoy, el Papa Francisco acudió al Hospital Gemelli de la Isla Tiberina en el centro de Roma para realizar algunas pruebas diagnósticas, ya que este miércoles presentaba síntomas de resfriado y se había informado previamente que tenía gripe.
El pontífice de 86 años ingresó en una silla de ruedas a la sala de audiencias del Vaticano un día antes, pues se dejaba caer pesadamente sobre su asiento. Usuarios informaron que durante las últimas semanas se le vio bastante decaído.
A pesar de ello, el Papa expresó que espera una pronta recuperación y que se encuentra bien, destacando que no hay motivos para alarmarse. Comentó que se trata solo de una gripe, razón por la cual acudió a su chequeo, tanto para evaluar sus mejoras como para someterse a las pruebas necesarias.
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