Por David Marín Cruz

La muerte de Alexei Navalny desató protestas en Rusia, con más de 400 detenidos. Las manifestaciones se extendieron por diversas ciudades del país, donde la población honró a Navalny con flores y velas tras su repentina partida en una colonia penal en el Ártico

Ante los movimientos, la policía fue firme con numerosos arrestos en los lugares de homenaje. En San Petersburgo, más de 200 personas, incluido el sacerdote Grigory Mikhnov-Voitenko, fueron detenidas mientras planificaban un servicio religioso en memoria del líder opositor.

En Moscú, unas 50 personas fueron arrestadas cerca de un memorial improvisado en la Piedra Solovetsky, incluida Yulia Petrova, periodista de RusNews. A pesar de la represión, las protestas persistieron en varias ciudades.

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