La Fiscalía General del Estado (FGE) fue responsable de un mal trabajo que desencadenó el amparo de Itiel “N”, quien es acusado por el homicidio de Leonardo Hernández, mejor conocido como “El Brujo” y Eneas Pérez Ramírez. Esto se determinó luego de que se entregaran las evidencias, mismas que contemplaban posibles firmas falsificadas, entrevistas sin rúbricas, dictámenes periciales incompletos, en conjunto con un testigo que había fallecido.

Dichas irregularidades en la carpeta de investigación le permitieron a la Jueza Angélica “N”, llevar a cabo un proceso para desestimar el caso.

A pesar de que algunas pruebas no fueron lo suficientemente sólidas, la jueza consideró las declaraciones del testigo fallecido, sin embargo, peritos privados desestimaron a los peritos de la FGE, quienes carecian de un dictamen que les permitiera acudir al lugar del incidente, pues este pudo haber cambiado con el pasar del tiempo.

Todo esto, en conjunto con el análisis de los documentos falsificados y la nula iniciativa de buscar un nuevo testimonio, terminó por derrumbar las evidencias recolectadas, por lo cual, se está buscando la forma de reponer la audiencia con el fin llegar a una decisión.

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