Fecha de publicación: 25/04/2024

 

Por Heidi Castellanos

Coatzacoalcos, Ver.- Finalmente, el equipo multidisciplinario de forenses que viajó desde Xalapa realizó la exhumación del cuerpo que se encontraba en una fosa clandestina en un domicilio de la colonia Teresa Morales en el municipio de Coatzacoalcos. Los trabajos concluyeron durante la madrugada de este jueves 25 de abril.

Luego de que colectivos de búsqueda de personas desaparecidas y familiares mostraran su inconformidad porque ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE) anunciaron que aplazarían las diligencias, no les quedó de otra más que iniciar durante la noche, labores que se extendieron hasta la madrugada.

La fosa que se encontraba en el fondo del terreno fue abierta por forenses especializados y extrajeron los restos que, a simple vista, no se pudieron identificar, por lo que será necesario trasladarlos al municipio de Nogales para que inicien con el proceso de perfil genético. De acuerdo con los colectivos, esto podría demorar de 15 a 20 días.

La zona continúa acordonada y resguardada por elementos de la Policía Municipal, y el domicilio quedará liberado hasta que se rellene la fosa y las autoridades concluyan con las diligencias en este lugar. Pues fue tras una orden de cateo como ubicaron esta fosa clandestina, tras las investigaciones que realizó la fiscalía por la desaparición de Miguel Enrique Hernández Amador, quien tenía 26 años cuando desapareció en julio del 2023 en Coatzacoalcos.

Hasta el momento no hay certeza de que este cuerpo pertenezca al joven, pero sus familiares y el colectivo “Madres en búsqueda Belén González” están muy pendientes.

DOMICILIO ABANDONADO

El domicilio que guardaba esta fosa clandestina, marcado con el número 450 y ubicado sobre la calle Chichén Itzá de la colonia Teresa Morales en Coatzacoalcos, está abandonado y prácticamente en ruinas.

Frente al terreno hay una infraestructura ya deteriorada y, al fondo, una “casita” de láminas, justo detrás donde ya topa con la pared que divide el terreno, ahí estaba la fosa. Este domicilio, de acuerdo con vecinos, tiene más de 15 años abandonado.

A los costados hay dos casas que están deshabitadas porque sus dueños fallecieron. Sin embargo, en toda esa calle hay decenas de viviendas con familias y hasta una iglesia. Los residentes se mostraron sorprendidos por lo que denominaron “macabro hallazgo”.

Dicen que no tenían la mínima idea de que algo así estaba ocurriendo a su alrededor. “Escuchábamos los ladridos de los perros en las madrugadas, pero no le dábamos importancia. Además, ¿qué puede hacer uno? Está feo que pasen esas cosas horrorosas tan cerca”, dijo una vecina que apenas quiso opinar por temor.

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