En materia de rendición de cuentas, manejo financiero y ejecución de la obra pública, algo hacen bien 17 ayuntamientos veracruzanos, que otros 195 han dejado a hacer.

En la revisión a la cuenta pública del ORFIS, sólo en 17 gobiernos municipales no se detectaron irregularidades que hagan presumir la existencia de daño patrimonial. Los casos más destacados, por el monto de su presupuesto, son Córdoba y Boca del Río; aunque también destacan el pueblo mágico de Coatepec, Alto Lucero y Banderilla.

La mayoría de los 17 ayuntamientos que fueron reconocidos por el ORFIS corresponden a municipios que no son tan grandes en términos demográficos y presupuestales; está el caso de Hueyapan de Ocampo, Acajete, Calcahualco, Comapa, Juchique de Ferrer, Tamalín y Tepatlaxco, por citar algunos.

En pocas palabras, la lista de los municipios exentos de irregularidades graves incluye a ayuntamientos de todos los partidos y de todos los tamaños: grandes, como Córdoba y Boca del Río; medianos, como Coatepec y Nanchital; y pequeños, como una decena de gobiernos locales.

En contraparte, en 195 ayuntamientos el órgano auditor detectó presunto daño patrimonial. El monto  de las observaciones supera los mil 300 millones de pesos.

En esos ayuntamientos, el ORFIS encontró irregularidades de carácter financiero; deficiencias o anomalías en la obra; errores administrativos; y mal manejo de la deuda pública.

Probablemente los casos más escandalosos se encuentren en Medellín de Bravo, donde el ayuntamiento de Marcos Isleño, quien llegó al cargo impulsado por el Partido Verde, aliado de Morena. En este gobierno municipal el monto de las observaciones supera los 84.6 millones de pesos.

Este ayuntamiento no está dentro de los que ejercen los más altos presupuestos de Veracruz; sin embargo, si resultó ser de los que más observaciones acumulan: hay 17 de carácter financiero-presupuestal; 4 más derivadas de la revisión técnica a la obra pública (más de 13 millones de pesos); y 2 relacionadas con el manejo de la deuda.

Algo parecido, guardadas las proporciones, ocurre en el Ayuntamiento de Perote: no es de los que ejerce un alto presupuesto, pero el presunto daño patrimonial encontrado en la administración de Delfino Ortega es de los más altos: supera los 11 millones.

En materia de presunto daño patrimonial, en el primer año de las actuales administraciones municipales también destaca el ayuntamiento de Veracruz, encabezado por Patricia Lobeira: a este, el ORFIS le giró 4 observaciones (tres de carácter financiero y una más relacionada con la obra pública) por más de 39 millones de pesos.

Probablemente una de las mayores sorpresas en el documento dado a conocer por el ORFIS es el enorme monto de las observaciones emitidas al ayuntamiento de Orizaba: 19 en total (una de tipo financiero y 18 por presuntas irregularidades en la obra pública) por un monto superior a los 14 millones de pesos. Fue sorpresa, porque el alcalde Juan  Manuel Diez Francos está en su tercer periodo; es decir, tiene más de una década de experiencia en la Presidencia Municipal, suficiente para conocer cómo se manejan y cómo se comprueban los recursos.

Bien harían los alcaldes veracruzanos que recibieron observaciones –la inmensa mayoría– en rodearse de asesores en materia financiera y expertos en la ejecución de obra pública; o simplemente manejar los recursos de manera aseada, porque más del 90 por ciento de los ayuntamientos de la entidad presentan probable daño patrimonial.

@luisromero85

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *