Antes de iniciar con la reflexión de esta semana, quiero agradecer infinitamente a “Acrópolis” y todo el gran equipo que lo conforma por la oportunidad de compartir la columna “Revalorando la vida” mi gratitud y reconocimiento.

En esta ocasión abordaremos un tema recurrente que en las últimas semanas me han platicado un sin número de personas, que se están enfermando de estrés, depresión o ansiedad, debido a condiciones o circunstancias laborales, económicas, escolares, emocionales, ocasionando caer en alguno de estos cuadros, presentando algún tipo de síntomas, somatizando de diferentes formas.

De manera coloquial, hay quienes dicen que la depresión es por exceso de pasado, el estrés por exceso de presente y la ansiedad por exceso de futuro; pero todas con un común denominador, la afectación en el estado de ánimo y la salud de las personas.

Para muchas personas es muy difícil salir de una situación de depresión, de tristeza, de desaliento. Su capacidad de reaccionar se ve disminuida por la constante de pensamientos negativos sobre sus circunstancias, sus problemas, sobre ellos mismos.

Éste tipo de problemas es muy común hoy en día, y tristemente pero sobretodo alarmante, día a día crece el número de personas que están siendo víctimas de ello, atrapadas por su misma mente bloqueada, nublada, paralizada por el hecho de pensar que no pueden hacer nada para salir de esa condición, esa zona pantanosa, repitiéndose a cada momento que es imposible que las cosas puedan cambiar, mejorar o terminar. Por ello, vamos a hablar de cómo encontrar una solución juntos en 5 pasos.

El primer paso es reconocer y aceptar que se tiene un problema de estrés, depresión o ansiedad. Aceptar que estamos en una condición de tristeza, aflicción, angustia, temor, generada por alguno de estos tres padecimientos.

El segundo paso es no quedarse solo en medio de esa situación, ya que la mayoría de las veces cuando se está en esa condición de depresión, en esa nube de tristeza, los problemas se ven más grandes de lo que pueden ser en realidad, y cuando se logra salir de ese hoyo, ese fango, esa zona incierta, te das cuenta de que no eran tan graves. Por eso es recomendable buscar ayuda para encontrar una solución juntos.

El tercer paso es elegir bien la ayuda, debes tener cuidado a quien buscas para platicar del problema por el que estas atravesando. Es importante considerar para elegir esa ayuda, que sea una persona con la que te sientas en absoluta confianza, que te dé seguridad, paz, que tengas la certeza que no te defraudará contando tus problemas a los demás, pero sobretodo que sea alguien que esté bien anímica, emocional y hasta espiritualmente, para que te pueda ayudar, escuchar y aconsejar de la mejor manera, de lo contrario, alguien con la misma condición te arrastrará a sus propios problemas, y te hundirá aún más.

El cuarto paso es un compromiso personal. Además de reconocer que se tiene un problema, que se necesita de ayuda, de dejarse ayudar, hay que comprometerse con uno mismo para cambiar la situación hasta salir victorioso, restaurado, renovado. Éste compromiso implica cambiar de hábitos, buscar aquellos que son buenos y convertirse en esclavo de ellos, como lo dice el autor Og Mandino, en su libro “El vendedor más grande del mundo”

El quinto paso es el seguimiento a tu proceso de rehabilitación, restauración, solución o como quieras llamarle, esto a través de una capacitación constante, permanente para renovar tu mente.

Mi recomendación es que leas todos los libros posibles que hablen del crecimiento, la superación personal, la fe y que te motiven a hacer mejor las cosas, a ser una mejor persona. De igual manera, procura ver películas que tengan un mensaje, una reflexión sobre una mejor vida, testimonios de quien pudo vencer la adversidad.

También puedes utilizar las redes sociales o YouTube para ver videos, conferencias, cápsulas motivacionales para cultivar tu mente, entrenarla para estar en un enfoque positivo el mayor tiempo posible. La mente es como una planta a la que hay que regar todos los días para tener pensamientos positivos, estar en armonía con uno mismo e intentar vivir feliz la mayor parte de nuestra vida.

También hay que hacer ejercicio, el que más te guste, en el tiempo que puedas, ya que eso ayuda a liberar sustancias que nos permiten pensar positivamente; el ejercicio te hará sentir bien física y anímicamente, “mente sana en cuerpo sano”.

Por último, como una experiencia personal que trajo un cambio radical a mi vida, te ánimo a que busques edificar tu fe, ya que humanamente es imposible salir solos, somos débiles y propensos a caer en cualquier momento. Busca un tiempo para pasar a solas y conversar con Dios, meditar en su palabra.

Estoy convencido que todo lo que pasa en nuestras vidas tiene un propósito y que mejor que ayudar a los demás a través de nuestras experiencias personales, en especial a quien está atravesando por la misma situación. Te exhorto a ser un cuidador, un rescatista de almas, hasta un mentor.

Te invito a seguir conversando o invitar a alguien que conozcas y necesite ayuda sobre éste tema, el próximo sábado por la mañana, en una plática que tendremos a través de internet y ser de bendición para la vida de los demás.

Mi número de contacto es: 2282296826.

Mi correo electrónico: robertlb76@hotmail.com

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