Por Oscar Alvarado

Bastante polémica ha causado el hecho de que en los Juegos Olímpicos se permitiera que dos personas transgénero compitieran en la disciplina de boxeo femenil.
Y es que durante la pelea de box de 68 kilos, en octavos de final, se enfrentó la italiana Ángela Carini y argelina, Imane Khelif, quien al parecer es una persona intersexual.

Tras 46 segundos de combate y con un solo derechazo que le propinó la argelina a Carini, la italiana decidió retirarse del combate y entre lágrimas vio como el juez le daba el triunfo a la boxeadora intersexual.

La presencia de Imane ha causado controversia en estas Olimpiadas, ya que fue descalificada del Mundial 2023, por no haber pasado la prueba de elegibilidad de género femenino, ante esto muchas boxeadoras han estado criticando la inclusión tanto de Khelif como la taiwanesa Yu Tin Ling que también fue descalificada el año pasado por no haber pasado la prueba.

Después del combate, la italiana declaró: “Podía haber sido el combate de mi vida, pero en ese momento tenía que salvaguardar mi vida también. Subí al ring e intenté luchar. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho, fui a ver al maestro Renzini y con madurez y valentía le dije: ‘basta’. Nunca me habían pegado tan fuerte. Siempre he luchado contra hombres, entreno con mi hermano, pero hoy he sentido demasiado dolor”, declaró Ángela Carini.

Ante esto, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, tomó partido y criticó diciendo: “Con estos niveles de testosterona, esta no es una competencia equitativa. No se debe autorizar a deportistas con atributos masculinos en competiciones femeninas”.

De manera extraoficial, se ha manejado que el test que le realizaron, al parecer, arrojó que sí nació como mujer, pero tiene una condición que le hace tener la testosterona muy alta.

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