La innovación surge de la presión y el desafío, no de la comodidad

Richard Porter

Por David Quitano

Los clusters representan una de las estrategias más efectivas para el desarrollo económico y la competitividad en el mundo globalizado, al menos esto se ha enmarcado en los últimos 20 años.

Podemos entender que un cluster no es simplemente un grupo de empresas que operan en el mismo sector, sino un ecosistema dinámico en el que instituciones, empresas, gobiernos y universidades colaboran para potenciar la innovación y el crecimiento.

Este modelo ha demostrado ser clave para el éxito de muchas industrias, ya que fomenta la sinergia y el intercambio de conocimientos, generando así ventajas comparativas difíciles de replicar en entornos aislados.

Ejemplo emblemático de lo que es, son los startups en Israel, las cuales han permitido que se haya convertido al país en un referente mundial en innovación y emprendimiento, ganándose el apodo de Startup Nation.

Este ecosistema emprendedor se basa en una combinación de inversión en tecnología, políticas gubernamentales favorables, una cultura de resiliencia y un fuerte vínculo entre la academia y la industria.

Lo anterior no es un acto de generación espontánea, Israel se distingue por su alto gasto en investigación y desarrollo (I+D), que supera el 4% del Producto Interno Bruto (PIB), así como por su cultura militar, que fomenta el liderazgo, la resolución de problemas y la innovación tecnológica. Además, el gobierno israelí impulsa activamente el emprendimiento a través de incubadoras, subsidios y acceso a financiamiento.

En sectores como la ciberseguridad, la inteligencia artificial, la biotecnología y la agrotecnología, los startups israelíes han logrado un impacto global significativo.

La cooperación entre actores diversos permite el acceso a recursos compartidos, la especialización en procesos productivos y la generación de estrategias conjuntas que fortalecen la competitividad del grupo en su conjunto.

En este sentido, la integración de instituciones educativas y centros de investigación, resulta crucial para la transferencia de tecnología y la capacitación de talento humano, elementos esenciales para la evolución constante de cualquier industria.

Bajo ese hilo conductor, la educación tecnológica juega un papel determinante en el fortalecimiento de los clusters, ya que provee a las empresas de profesionales altamente capacitados en áreas clave como la automatización, la digitalización y la inteligencia artificial.

Las universidades tecnológicas y los institutos especializados pueden colaborar con la industria mediante programas de formación dual, prácticas profesionales y proyectos de investigación aplicada, asegurando que el talento humano esté alineado con las necesidades del sector productivo.

En ese entendido, la Presidenta de México, Dr. Claudia Sheinbaum Pardo, como ningún otro titular del ejecutivo nacional ha puesto en el centro de todo esfuerzo la educación tecnológica.

Toda vez que el éxito de un cluster no depende únicamente de su existencia, sino de la implementación de estrategias adecuadas que maximicen su potencial. La diferenciación y la especialización son aspectos fundamentales en este proceso, ya que permiten a las empresas participantes desarrollar ventajas competitivas difíciles de igualar.

La cooperación en materia de infraestructura, logística y acceso a mercados también fortalece la capacidad del cluster para responder a los desafíos del entorno económico. Estas estrategias no solo benefician a las empresas involucradas, sino que también generan un impacto positivo en la economía regional al fomentar el empleo y la inversión.

A pesar de sus múltiples beneficios, los clusters en México, considero que enfrentan diversos desafíos que pueden amenazar su sostenibilidad. La competencia interna, la falta de coordinación y la resistencia al cambio pueden convertirse en obstáculos para su desarrollo, pero con un cambio de conciencia, poco a poco se ira avanzando en la materia.

En ese tenor, Veracruz juega con un gran potencial con su Red de Tecnológica, misma que poco a poco va saliendo a las calles, organizándose, visibilizándose, sumando a futuras y futuros estudiantes en todas las regiones del país, y poniendo así su granito de arena en el surco del bienestar nacional.

 

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