Este 4 de noviembre, la antes Real Academia de Nobles Artes de San Carlos de Nueva España, primera escuela de arte del continente, cumple un cuarto de siglo, convirtiéndose en un edificio emblema de la cultura de nuestro país.
La ahora Academia de San Carlos, dedicada a la enseñanza de la arquitectura, pintura, escultura y grabado, se creó en 1781 en honor de Carlos III y, en un principio, la albergaba la Casa de Moneda, para una década después trasladarse al antes Hospital del Amor de Dios
En 1864, el arquitecto Javier Covallari diseñó el actual recinto, un edificio de estilo neoclásico con una clara influencia renacentista; su hermoso interior está enmarcado con arcadas de proporciones clásicas, bajo un domo de hierro fundido que cobija una serie de copias escultóricas como la Victoria de Samotracia, la Venus de Milo o el Moisés.
En los siglos XVIII y XIX se convirtió en el centro medular de la creación artística, no sólo de México, sino de toda América. Mientras que en el XX dio pie al movimiento muralista que tiene una marcada mexicanidad.
En la Academia de San Carlos se forjó la historia cultural de México, es símbolo de la conformación del lenguaje artístico que moldeó el imaginario de esta nación.
Baste recordar que en sus aulas se formaron Santiago Rebull, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Francisco Goitia, José Gerardo Murillo (Dr. Atl), Félix Parra, Antonio Fabrés, Antonio Rivas Mercado, Manuel Tolsá, Alfredo Ramos Martínez, José María Velasco, María Izquierdo, Celia Calderón, Saturnino Herrán, Ernesto García Cabral, Ángel Zárraga, y Luis Nishizawa, entre muchos otros.
El talento que salió de esta institución hoy puede seguir siendo admirado en el Caballito, la Catedral Metropolitana, el Hemiciclo a Juárez, el Palacio de Minería, el Ángel de la Independencia, la Diana Cazadora, el Museo de Antropología, el Cárcamo de Dolores, el Espacio Escultórico o la Corona del Pedregal, por mencionar sólo algunos de los varios ejemplos de obra creada en esta escuela.