Lo que está sucediendo en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, Estado de México, con la construcción de un parque recreativo que está dañando el patrimonio arqueológico en el área conocida como Oztoyahualco, es un asunto muy grave y requiere la actuación inmediata del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En ello coinciden el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (Icomos, por sus siglas en inglés) capítulo México, y el arqueólogo Gustavo A. Ramírez, secretario general del Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH.

A través de una carta, firmada por su presidente Saúl Alcántara Onofre, dirigida este 24 de mayo a la secretaria de Cultura del gobierno federal, Alejandra Frausto; el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza; el director del INAH, Diego Prieto Hernández; y el presidente municipal de Teotihuacán de Arista, Jaime Heredia Ángeles, el Icomos mexicano alude a que la zona está protegida por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, pero también está inscrita desde 1987 en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

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