Fecha de publicación: 06/05/2024

 

Por David Marín Cruz

Ayer por la tarde, elementos armados de la Guardia Nacional interrumpieron las actividades dentro de la parroquia del Sagrado Corazón en Río Blanco con el objetivo de extraer a un joven migrante que se encontraba al interior de la misma. Hasta el momento, se sabe que esta persona pertenecía a un grupo de migrantes de paso, pero que, ante la presencia de las autoridades, optó por buscar asilo en el templo.

Tras lo ocurrido, el obispo Don Eduardo Cervantes Merino emitió un comunicado en el que expresó su inconformidad por lo sucedido, argumentando que, en primera instancia, el ser humano no debe ser vulnerado, sobre todo si se encuentra como un viajero en territorio nacional.

De igual forma, exigieron respeto y reciprocidad para evitar que este tipo de incidentes se repitan, ya que es considerado sacrilegio haber interrumpido la celebración del Sacramento, que constituye el centro de su fe. Recordando que el resguardo de los más vulnerables es un derecho humano que se encuentra en los mandamientos de Dios.

Hasta el momento, se desconoce el paradero y la nacionalidad de los involucrados.

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