Más de 22 mil Habitantes de Kajovka, Ucrania, han sido desplazados luego de la destrucción de una represa ubicada en la región, misma que se encontraba en control de Rusia desde el año pasado cuando comenzaron los conflictos. Hasta el momento Moscú y Kiev ofrecen respuestas muy distintas entre sí, concordando únicamente que la integridad de la construcción se vio vulnerada luego de que recibiera impactos de proyectiles.
Se sabe que la población se vio en la necesidad de desplazarse a zonas elevadas para evitar poner en riesgo su integridad física, sin embargo, Jens Stoltenberg quien es Jefe de la OTAN anunció que la fuga de agua podría generar daños al medio ambiente a pesar de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) anunció que no hay riesgo con las plantas nucleares que requieren este vital líquido para su sistema de enfriamiento.
Por su parte el Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó con el Consejo de Seguridad Nacional que estas acciones son consideradas como “ataques terroristas, por lo que solicitó una junta con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para atender el asunto.