Expertos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) desde el 17 de julio del presente año estuvieron siguiendo el rastro de petróleo que dejó la fuga del campo petrolero EK Balam, ubicada en la Sonda de Campeche. Dentro de sus descubrimientos notaron que la mancha posee un alcance de 467 km, razón por la cual llegará a Veracruz, Tamaulipas y Estados Unidos.
Según datos brindados, el derrame del hidrocarburo recalará en las cosas del Golfo de México, no obstante, Petróleos Mexicanos (PEMEX) reportó que los puntos de fuga ya fueron atendidos, tratándose de fisuras de 7 cm de longitud por 1mm de ancho y un poro de 1.2 cm de diámetro, asegurando que el volumen de contenido que escapó fue mínimo.
Dentro del mismo informe, explicó que se llevaron a cabo intervenciones inmediatas para remediar el impacto, pues señala que los medios de información difundieron información incorrecta sobre la cantidad de producto que terminó en el agua, contradiciendo de este modo los datos brindados por la UNAM al asegurar que solo se afectó un área estimada de 0.06 KM2.
Finalmente, la casa de estudios brindó información respaldada por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Marina (SEMAR), quienes usaron radares para rastrear la extensión de las zonas afectadas.
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