Que tal mis queridos amigos, me da muchísimo gusto saludarlos desde éste nuevo blog “Revalorando la vida”, y que mejor que iniciar celebrando por un nuevo día, glorioso, maravilloso, para dar gracias a Dios por una oportunidad más de intentar vivir y ser feliz. Cada día que amanece, tenemos el enorme privilegio de caminar con Dios a través de la fe, como me dijo mi hija Romina, el simple hecho de hacer planes para el siguiente día la noche anterior, es en sí, un acto de fe, y sus palabras me hicieron reflexionar en esta asombrosa razón, de tener esa seguridad, al creer que vamos a despertar y poder hacer todo aquello que tenemos planeado.

Antes de continuar, quiero hacer un paréntesis sobre como nuestras emociones nos pueden controlar, y provocar que nuestro estado de ánimo se hunda en la tristeza, el desaliento, hasta la depresión, dejándonos casi imposibilitados para reaccionar ante tal situación, haciéndonos presos de nuestra mente, con pensamientos negativos sobre nuestras circunstancias, nuestros problemas, sobre nosotros mismos.

Un mal momento, una mala racha que se convierte en depresión, puede acabar con nosotros, nos atrapa, nos encierra, nos ata, nos consume, nos crea dependencia a la tristeza. Y por un instante pensamos: “Mi vida no va a cambiar”, y eso nos lleva a pensar, a recordar y atormentarnos con todas la cosas que no vamos a poder hacer o tener…NUNCA MÁS VOY A: Hacer ese viaje que tenía planeado; comprar esa casa o ese auto que soñábamos; obtener ese trabajo anhelado; poder cazarme con el amor de mi vida; poder tener hijos, verlos crecer, jugar con ellos, amarlos; ser feliz en esta vida.

De pronto, toda nuestra vida gira entorno a darle vueltas a los mismos problemas. Dedicamos tanto tiempo y energía a eso, que nuestro cerebro se cansa, se agota, se desgasta, y nos trae consecuencias como volvernos distraídos, se nos olvidan las cosas, nos volvemos ásperos, irritables, irascibles y lastimamos a quienes nos rodean, a nuestros seres queridos…Nos abandonamos.

No lo podemos permitir, no lo debemos permitir, por el contrario, tenemos que cambiar el canal, la frecuencia, la manera de pensar, me encantó esta frase de una página de Facebook Fundador Visionario: “Cuando dices no puedo, tu cerebro se detiene, en cambio cuando dices ¿Cómo puedo hacerlo? Tu cerebro comienza a trabajar. Si estás pasando por un mal momento, continua en movimiento, caminando, avanzando, el malo es el momento, no tú.

Debemos controlar nuestras emociones y cuidar nuestro estado ánimo, sin dejar que sean ellas quienes nos controlen a nosotros, sin importar las circunstancias, debemos mantenernos positivos. Debemos recordar que somos únicos, que nadie es igual a nosotros, que somos un milagro de la creación; somos un imán para las bendiciones, las cosas buenas, las personas positivas.

Debemos tener confianza en nosotros mismos, estar seguros de nuestras capacidades, de los dones y talentos que Dios ha puesto en cada uno de nosotros para su gloria. Debemos pedirle a Él, que nos dé oportunidades en las que podamos usarlos, que nos haga generosos con nuestro tiempo y recursos para ayudar a los demás.

Debemos recordar todos los días que los pensamientos conducen a sentimientos, los sentimientos conducen a acciones; son las acciones las que cambian los resultados y esos resultados nos darán paz y nos traerán felicidad.

Por último, te comparto está promesa que Dios nos hace en el libro de Romanos: 15:13 “Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en Él…”

También los invito a que si hay algún tema en particular que quisieran que comentáramos, se sientan con la libertad de escribirme a mi correo electrónico: robertlb76@hotmail.com, enviarme un mensajito por WhatsApp a mí número de contacto: 2282296826 ó a través de un comentario en mis redes sociales:

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