Por Lidia López
25 de octubre de 2024. Poza Rica, Ver.- Los Colibríes son aves necesarias para el medio ambiente y la polinización, el fotógrafo Rafael Ruiz Arroyo presentó su libro relacionado a estas aves, de las cuales destacó su intervención en la polinización y lamentó que el hombre sea una de las principales causas de muerte ya que ocupa a la especie para actos de “magia”.
En rueda de prensa, celebrada en el auditorio municipal “Rafael Hernández Ochoa”, dio a conocer pormenores de su libro “Colibríes”, que realizó especialmente en esta edición para difundir más de 600 especies capturadas en su lente, en su búsqueda por varios países latinoamericanos.
Con amplia trayectoria como académico de la Universidad Veracruzana y ahora aficionado a la fotografía y su amor por la naturaleza, reveló que entre las causas de muerte de esta especie de ave es por la misma mano del hombre cuando el colibrí es utilizado para eventos de magia, cuando se practican supuestos hechizos para “encontrar el amor” o fuente de empleo.
“El otro filón en el que nosotros debemos seguir instruyéndonos es en el respeto que se le debe dar a estos animales. Se ha malversado tanto que el colibrí es mágico que nos visita por el amor que tenemos o que buscamos algo, que con eso nos irá bien en el trabajo, y que nos van a hacer con las plumas del colibrí una magia, eso es totalmente falso, invitaría a que tengamos esos dos elementos a que ayudemos a la sobrevivencia y que apoyemos plantas y frutos”.
Rafael Ruiz Arroyo, quien está dedicado a la fotografía por la naturaleza compartió que es importante que la sociedad se involucre en la protección de los colibrís, principalmente en ayudar a su sobrevivencia ya que varias especies viajan sobre territorio mexicano cuando es invierno y su paso es temporal, por ello en zonas urbanas es difícil que encuentren alimento y se pueden colocar bebederos con azúcar sin refinar y agua, siendo uno de los productos más económicos que se pueden ocupar.
Este domingo será la presentación oficial del libro Colibríes, de Rafael Arroyo Ruiz, en conocido restaurante de Calle de la Rosa en la colonia Cazones, a las seis de la tarde.