Washington, D. C.- Con doscientos treinta y un voto a favor y ciento noventa y siete en contra, este miércoles la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos determinó llevar a “Juicio Político” al aún Presidente Donald Trump.

Los congresistas que aún esperan que la determinación que emitieron sea aprobada por el senado, sostuvieron como elementos de juicio la presunta responsabilidad de Donald Trump en los hechos violentos del seis de enero pasado, donde sus seguidores irrumpieron en el Capitolio.

Con el cargo de “incitar a la insurrección” y después de horas de intenso debate, la mayoría bipartidista de legisladores acusó al mandatario republicano, quien habría pronunciado un encendido discurso e instó a sus partidarios a marchar hacia el Capitolio el seis de enero cuando el Congreso certificaba la victoria electoral del demócrata Joe Biden.

El demócrata Steny Hoyer, demando a los legisladores a “rechazar la sedición, la tiranía y la insurrección”, y a pronunciarse,  “por Estados Unidos, por nuestra constitución, por la democracia, por la historia”, a apoyar la acusación en contra del aún presidente.

De ratificar el senado está decisión, Donald Trump se convertirá en el primer presidente sometido a un segundo juicio político en la historia del país, ya que anteriormente lo enfrentaron Andrew Johnson en 1868 y Bille Clinton en 1998.

Julián Castro, ex precandidato demócrata presidencial, difinio a Donald Trump como “el hombre más peligroso que jamás haya ocupado la Oficina Oval”, en tanto que Maxine Waters y Jim McGovern, dijeron que quiso orillar al país a una guerra civil e “instigó un intento de golpe”.

Algunos congresistas republicanos, como Kevin McCarthy, opinaron que buscar un juicio político ignora el proceso deliberativo habitual, como las audiencias, y al pedir a los demócratas desistir de su pretensión, señalaron:

“Impugnar al presidente en tan poco tiempo sería un error. Eso no significa que el presidente esté libre de culpa. El presidente es responsable del ataque del miércoles al Congreso por parte de los alborotadores”.

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