Por Heidi Castellanos
25 de noviembre de 2024. Coatzacoalcos,Ver.- Después de más de cuatro años de un proceso penal marcado por retrasos, Aldo “N”, señalado como presunto feminicida de Silvia Jazmín Armendáriz Alpuche, solicitó prisión domiciliaria a través de su defensa legal. Sin embargo, en una audiencia celebrada en el Centro Integral de Justicia de Coatzacoalcos, el juez de proceso y procedimiento penal negó esta petición, manteniendo la prisión preventiva justificada.
La abogada de la familia de Silvia Jazmín, Isabel Morales, explicó que la defensa de Aldo “N” buscaba cambiar la medida cautelar argumentando arraigo domiciliario, pero el equipo legal de las víctimas presentó pruebas suficientes para evitar que esto ocurriera.
“Nosotros aportamos las pruebas necesarias para sustentar que debería seguir en prisión”, comentó Morales.
Un caso marcado por el retraso judicial
El feminicidio de Silvia Jazmín, ocurrido el 15 de agosto de 2019 en Minatitlán, conmocionó al estado de Veracruz debido a la brutalidad del crimen. Sus restos fueron encontrados calcinados en un basurero clandestino junto a la autopista Cosoleacaque-Nueva Teapa.
A pesar de la gravedad del caso, el proceso penal contra Aldo “N” ha estado plagado de demoras. Han pasado cinco años desde el asesinato, y apenas se vislumbra el inicio del juicio. Este retraso se debe, en parte, a que Aldo “N” estuvo prófugo de la justicia por un tiempo considerable y a amparos.
Andrea “N”: la cómplice sentenciada
En 2020, las investigaciones dieron un giro inesperado al vincular a Andrea “N”, mejor amiga de Silvia Jazmín, como cómplice del feminicidio. En el año 2022, Andrea fue condenada a 70 años de prisión tras ser encontrada culpable.
La sentencia de Andrea marco un precedente en el caso, pero la familia de Silvia sigue luchando por que Aldo “N” también enfrente las consecuencias de sus presuntos actos.
La madre de Silvia Jazmín continúa buscando justicia para su hija.
“Tenemos la fe y la esperanza de que pronto lleguemos a juicio,” expresó la señora Silvia, quien desde hace cinco años se ha convertido en la voz de su hija en la lucha contra la impunidad.