Por Darío Barahona Correa
La cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia, concluyó. Con la aceptación de 13 nuevos “asociados”, los BRICS representan ahora el 57% de la población mundial. Un año después de la cumbre en Johannesburgo, Sudáfrica, los BRICS han incrementado en 1,000 la cantidad de habitantes que son representados por el grupo. Según el analista geopolítico mexicano Alfredo Jalife-Rahme, quien estuvo presente en Kazán a lo largo del esperado evento, por lo menos 17 países más se encuentran en lista de espera para ingresar.
A pesar de la fuerte censura del omnipotente complejo multimedia israelí estadounidense, que controla totalmente la narrativa informativa en los países miembros del G7 y sus vasallos, el éxito de la cumbre implica la consolidación del nuevo orden mundial multilateral en contraposición con la decadente hegemonía globalista.
En el plano geoeconómico, las propuestas de Rusia y Brasil para la creación de una “plataforma de inversiones” y la “Bolsa de Cereales” fueron recibidas de manera positiva.
Mientras transcurría la cumbre acontecieron relevantes reuniones bilaterales. En orden jerárquico, destacan el encuentro después de 5 años entre los mandatarios de China e India (propiciado por Putin), así como la reunión del primer ministro Modi (India) con el presidente iraní Pezeshkian.
Llama la atención que Rusia e Irán decidieron no publicar el acuerdo estratégico integral que significa una alianza formal entre las dos naciones. Se infiere que optaron por la prudencia estratégica debido al tenso momento en el Medio Oriente derivado de la retórica belicista y nuclear de la administración Netanyahu al frente del Estado sionista.
Destacaron particularmente la asistencia tanto del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, así como del sultán turco Erdogán, estado miembro de la OTAN, quien permaneció en la cumbre a pesar del atentado del PKK kurdo en Ankara. Este simple hecho desmonta la narrativa del supuesto aislamiento de Rusia frente a la comunidad internacional, como pregona la propaganda anglosajona.
Por otro lado, llamó negativamente la atención la ausencia del príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán. Mientras tanto, el mandatario de los Emiratos Árabes Unidos exhibió su gran cercanía con Putin, con quien hasta tuvo una cena informal.
Xi Jinping, mandatario chino, se consolidó como el líder del Sur Global a través de su propuesta del “Diálogo de Civilizaciones”, directamente en contraposición con el concepto de “Choque de Civilizaciones” de la agenda bélica de los neoconservadores straussianos jázaros comandados por el Wolfowitz y Victoria Nuland. Xi además propuso su visión de modernización y desarrollo a través de la conformación de un think tank del Sur Global.
Alfredo Jalife puntualiza lo siguiente:
“Entre los vencedores se encuentran los 13 nuevos asociados, donde descuellan regionalismos idiosincráticos cada vez más relevantes: el 10-ASEAN (los países del sudeste asiático) donde resaltan cuatro miembros: Indonesia, Vietnam, Malasia y Tailandia; tres países africanos: Argelia (país árabe que va viento en popa con su gas); Nigeria (potencia petrolera con la mayor población de África) y Uganda; 2 (sic) países latinoamericanos: Bolivia (con la mayor reserva de litio del mundo) y Cuba –lamentablemente destacó el veto de facto de Venezuela por Brasil–; 2 países centroasiáticos: Kazajstán y Uzbekistán: corredores geoeconómicos del cuadrángulo China/Rusia/Irán/India; la sorprendente Turquía, último puente entre Europa y Eurasia, y Bielorrusia, socio de la casa rusa”.
Por su parte Thierry Meyssan, reputado analista geopolítico francés, publicó en Red Voltaire el 22 de octubre un artículo donde repasa el presente desde la perspectiva de la OTAN. Califica a la Unión Europea de ser poco más que una correa de transmisión de la OTAN, citando una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, que establece que “la UE no puede enviar migrantes a la espera de decisión sobre una solicitud de asilo a un tercer país cuyas fronteras legales no sean las mismas que sus fronteras reales”.
Ello implica, por ejemplo, que Italia no puede enviar migrantes egipcios y bengalíes a esperar por esa decisión en centros de retención creados en Albania. Meyssan señala que todo esto está hecho en previsión de un éxodo masivo de moldavos para justificar una guerra contra Transnistria. ¿La OTAN planea la apertura de un nuevo frente militar contra Rusia? No sorprende.
No sorprende al ver que “la autoridad en el mundo ha pasado a los centros demográficos, económicos y culturales del grupo BRICS”, según John Shipton, activista australiano y padre del fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange.
Michael Maloof, exanalista de política de seguridad de la Oficina del Secretario de Defensa de Estados Unidos, señaló que “si nos fijamos en los miembros [de los BRICS], la mayoría son países que ofrecen enormes recursos tangibles para respaldar sus divisas. El dólar, en cambio, está avalado por dinero fiduciario. En realidad no está apoyado por nada”.
“Aunque Estados Unidos ha contado durante mucho tiempo con un acuerdo según el cual toda la producción y el comercio de petróleo del mundo se harían en dólares”, ese statu quo no podía durar para siempre, sugirió.
“Ahora, los países [del grupo] intercambian y compran cada vez más petróleo y gas utilizando sus propias divisas. Y eso va a intensificarse con el tiempo. Esto podría conducir o no a una eventual moneda de los BRICS, como el euro o el propio dólar”, resumió.
Derivado de ello, no es difícil comprender quiénes llevan la batuta en el concierto mundial, así como no es complejo explicar las razones detrás de la histeria del G-7 al presenciar la caída de su decadente hegemonía global.