Por Darío Barahona

La región con la mayor actividad económica, financiera e industrial global ahora se encuentra en el continente asiático y lo que se denomina como “sur global”. Los miembros del grupo de los BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), cuya actividad económica ya superó al G7 liderado por Estados Unidos, se reunirán en Kazán (Rusia) con motivo de la “Cumbre Anual BRICS”, evento que genera tremenda expectación debido a la alta probabilidad del anuncio de un nuevo sistema financiero que permita reemplazar paulatinamente al dólar como moneda de respaldo internacional, implicando un cataclismo financiero histórico.

La humanidad podría estar presenciando la caída del orden mundial establecido después de la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces se impuso el acuerdo de “Bretton Woods”, bajo el cual el dólar estadounidense fue establecido como la moneda de reserva internacional en el marco del esquema del patrón oro, mismo que fue reemplazado en los 70’s con la conversión del dólar a moneda “FIAT”.

Estados Unidos operó activamente para iniciar una confrontación indirecta entre la OTAN y Rusia, suponiendo que su maquinaria de propaganda sería suficiente para asfixiar políticamente a la administración Putin. Sin embargo, los anglosajones se precipitaron al congelar los más de 300,000 millones de dólares rusos depositados principalmente en el banco Euroclear de Bruselas, hecho que constituye un robo. El resto de países del planeta, al ver que a Rusia (máxima súper potencia militar global) se le quitaron ilegalmente sus reservas internacionales depositadas en dólares, entendieron que confiar en el dólar implicaba el riesgo de perder el acceso a sus propios reservas internacionales si a Estados Unidos se le ocurría bloquearlos para ejercer presión a los demás en función de sus propios intereses.

Existen muchas versiones de lo que puede significar el lanzamiento de la divisa BRICS en Kazán, como el lanzamiento de una canasta básica de las cinco “divisas R” de sus miembros iniciales (real brasileño, rublo ruso, rupia india, renminbi chino y el rand sudafricano), mismas que serían apuntaladas por materias primas como el oro, petróleo, gas natural, trigo, uranio, entre otros.

Pepe Escobar, analista geopolítico brasileño, expone que la mayor parte del planeta ha tenido suficiente del control monetario estadounidense establecido hace 80 años en Bretton Woods, así como de sus defectos endémicos: déficits crónicos que alimentan el gasto militar de manera irresponsable, burbujas especulativas, sanciones políticamente motivadas, abuso de infraestructura de liquidación y pago, proteccionismo, así como la falta de arbitraje justo.

Según Escobar, la propuesta que impulsa el grupo de los BRICS, “Unit”, propone una solución fiable, rápida y económicamente eficiente para los pagos transfronterizos, una nueva forma de moneda internacional que se puede emitir de manera descentralizada, y luego reconocida y regulada a nivel nacional. Unit ofrece una solución única para la infraestructura financiera global, siendo elegible para las operaciones bancarias tradicionales, así como las nuevas formas de banca digital. El concepto de Unit permite eliminar la dependencia directa de la moneda de otras naciones, ofreciendo una nueva forma de dinero apolítico con un enorme potencial para anclar el comercio justo y las inversiones. De acuerdo con Pepe Escobar, Unit estará anclada en oro (40%) y monedas BRICS (60%).

Alfredo Jalife-Rahme, analista geopolítico mexicano, escribió en el prestigioso portal Sputnik que desde la cumbre del año pasado en Johannesburgo, los BRICS estuvieron de acuerdo en lanzar la altisonante nueva divisa, pero finalmente Sudáfrica no se atrevió a emprender en ese momento dicha acción, debido a las circunstancias geopolíticas nada favorables del momento, mismas que habían estimulado la iracundia silenciosa de Estados Unidos. Hoy, la impresionante capacidad nuclear y misilística hipersónica de Rusia procuran la cobertura militar apropiada para el impactante anuncio de la cumbre BRICS en Kazán.

El proceso de desdolarización de los BRICS representa la parte nodal de la conceptualización de un nuevo orden multipolar y policéntrico, en el que el ascendente sur global jugaría un preponderante rol plural. Los estrategas de China aseveran que la desdolarización tomará alrededor de cinco años, mientras que sus homólogos rusos juzgan que el proceso tomará diez años. No obstante, existen fuertes escollos para el consenso dentro del grupo de los BRICS, entre los que resalta el pánico de India al ver la coronación de la divisa china como el caballo de batalla de los BRICS+ frente al dólar.

El analista geopolítico Dennis Small de Executive Intelligence Review, destaca que más allá de la “etérea” definición del PIB (Producto Interno Bruto), los BRICS han dejado atrás al G-7 en los rubros puntuales de la “economía física”: población (45% del planeta), acero 71%, carbón 69%, petróleo (sin Arabia Saudita) 32%, ferrocarriles 62%, producción de trigo 47%. Incluso si se manejase la controvertida medición del PIB, hoy los BRICS han superado al G-7. Dennis Small puntualiza que todavía Arabia Saudita no oficializa su pertenencia a los BRICS+.

En la reciente reunión de los cancilleres de economía y finanzas de los BRICS se discutió la posibilidad de cambiar el sistema internacional de pagos, donde el SWIFT controlado por Estados Unidos sigue siendo omnipotente, frente al que Rusia y China han empezado a internacionalizar el MIR y CIPS (Cross-Border Interbank Payment System), respectivamente.

El portal Bloomberg publicó que el ministerio de Finanzas de Rusia y el Banco de Rusia analizan un “sistema de multidivisas” con el fin de construir una “delimitación de sus participantes de cualquier presión externa como las sanciones extraterritoriales” con el fin de construir una “delimitación de sus participantes de cualquier presión externa como las sanciones extraterritoriales”, y al mismo tiempo buscan crear centros de comercio común de las materias primas como petróleo, gas natural, granos y oro.

Además, al ser un país con alta tecnología cibernética, Rusia empuja al uso del DLT (Distributed Ledger Technology), una nueva plataforma multinacional que permita los pagos y elimine el “riesgo de crédito”. Según Jalife, con solo adoptar estas medidas, la cumbre de Kazán habría instaurado un nuevo orden financiero global que rebasaría los acuerdos de Bretton Woods de hace 80 años.

Por último, el nuevo Banco de Desarrollo BRICS apunta a convertirse en el principal inversor para el Sur Global, sentenció el presidente ruso Vladímir Putin en su reciente discurso en el Foro Empresarial BRICS en Moscú.

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