Por Heidi Castellanos
Coatzacoalcos, Ver.- Dos crías de grisón fueron rescatadas de una bodega en Coatzacoalcos, en el sur de Veracruz. Pese al pronóstico de supervivencia desalentador, el médico veterinario Jaime Takami y su esposa Carolina Castañeda asumieron el compromiso de cuidarlas.
Los ejemplares, además de tener días de nacidos, presentaban deshidratación y estaban en temperaturas no aptas para su desarrollo, además de haber sido atacadas por otro animal. Sin embargo, el médico veterinario y su esposa no dudaron en brindarles apoyo y hacer todo lo posible para que sobrevivieran.
“Profepa nos entrega dos crías de grisón, Galictis vittata su nombre científico, pero llegaron sin pelito, llegaron chiquititos, llegaron deshidratados, entonces se estableció un protocolo de alimentación para que salieran adelante y poco a poco mejoraron, hasta que pasaron 35 días de alimentación en los que dieron un cambio totalmente”, informó Jaime Takami, médico veterinario de Coatzacoalcos.
El tiempo y esfuerzo dedicados a “Mulán” y “Moana”, como fueron nombradas por sus cuidadores, permitieron que en poco más de un mes se lograra recuperarlas y actualmente mantengan un buen estado de salud.
Carolina Castañeda, activista en pro de los animales, expuso que tenerlos en una temperatura adecuada y alimentación fueron la base para su recuperación.
“Nos dimos a la tarea de criarlos, de darles su lechita, cada tres horas primero, luego cada cuatro horas, así nos la llevamos, yo era la que casi no dormía porque me la pasaba viéndolos, nos comentaron que una de ellas no iba a sobrevivir, pero nos dimosa la tarea de que sí sobrevivieran”, expresó.
Ya fuera de riesgo, “Mulán” y “Moana” fueron trasladadas a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) en San Luis Potosí, donde recibirán la atención especializada necesaria para su desarrollo y reintegración a su hábitat natural. Cabe señalar que a esta UMA se han trasladado otras especies de Coatzacoalcos, el más reciente fue “Benito”, un oso hormiguero.
El grisón es un mamífero difícil de avistar, pero forma parte de la biodiversidad de la región que se busca conservar. Su actividad mayormente es nocturna y son agresivos, por lo que no se deben tener como mascotas. Además, su caza y comercialización están prohibidas.
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