El día de ayer se dio a conocer que la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, sucederá a Boris Johnson como primera ministra de Reino Unido, luego de llevarse a cabo la votación en el Partido Conservador.
Truss obtuvo 81 mil 326 votos frente a su oponente Rishi Sunak, quien logró los ineficientes 60 mil 399 votos, convirtiéndose así en la nueva primera ministra de Gran Bretaña por la decisión de más de 172 mil afilados.
Tras una serie de escándalos de Boris Johnson, fue denunciado y orillado a renunciar, y tras esto, se espera que el día de mañana, brinde su discurso de despedida y oficialice su salida como primer ministro en el castillo de Balmoral, Escocia.
Truss será tercera primera ministra del país, después de las también conservadoras Margaret Thatcher (1979-1990) y Theresa May (2016-2019).
En una encuesta hecha por YouGov a fines de agosto, arrojó que el 52% considera que Truss sería una “mala” o “pésima” primera ministra. Mientras que 43% afirmó que no confía en ella “para nada”. Recordando que la decisión no recayó en los millones de ciudadanos británicos.
El miércoles prevé presidir su primer consejo de ministros y contra el líder de la oposición, Keir Starmer, quien aseguró que “no está de parte de la gente trabajadora”.
Truss se mostró muy emocionada y afirmó que trabajará ágilmente para afrontar la crisis que atraviesa Reino Unido y dijo que durante la próxima semana presentará un plan que ayude con las facturas de energía y la seguridad del futuro suministro de combustible.
Truss se enfrenta a una complicada tarea, que según los parlamentarios de la oposición, es el resultado de 12 años de mal gobierno conservador. Varios han pedido que se realicen elecciones anticipadas, algo que Truss no ha recibido de la mejor manera.