Por Darío Pale
Luisa Alvarado y Viviana Franco, junto con su abuela, Mercedes Castán González, expresaron su felicidad tras dos años y medio de prisión del exfuncionario, y solicitaron que cese a la persecución contra Rogelio Franco.
Después de la modificación de la medida cautelar de prisión preventiva justificada en contra del exsecretario de Gobierno, sus hijas pidieron a la administración de Cuitláhuac García, “cese la persecución política”.
“Es una felicidad inmensa la que sentimos en este momento, digo lo van a tener en arraigo domiciliario, pero con nosotras, entonces estamos súper, súper contentas”, señalaron.
Con lágrimas en los ojos Luisa agradeció a todos aquellos quienes las han acompañado durante este largo proceso, “pero por fin está fuera”.
“Estamos muy contentas, nos hacía mucha falta”, añadió y especificó que la menor de sus hijas continuará bajo la tutela de su abuela paterna.
Expusieron que estos dos años y medio fueron muy complicados porque cada vez que veían “un poco de luz” le imputaban algo más.
Finalmente, Viviana afirmó que Rogelio está bien de salud y durante todo el tiempo que estuvo recluido lo aprovechó para leer y para hacer ejercicio.