El expolicía Derek Chauvin fue condenado este viernes en Minneapolis (Minesota, EE.UU.) a 22 años y medio de cárcel por el asesinato del afroamericano George Floyd, cometido en mayo de 2020.
Las pautas de sentencia de Minnesota recomiendan 12 años y medio de prisión por asesinato, pero el juez Peter Cahill consideró varios agravantes antes de la audiencia y señaló que, al asfixiar a George Floyd con su rodilla el 25 de mayo de 2020, Derek Chauvin “abusó de su posición de confianza y autoridad” y actuó “con gran crueldad”.
Los fiscales habían solicitado 30 años de prisión, mientras que su defensa había pedido la libertad condicional. La máxima sentencia que podía recibir por ley era de 40 años.
El magistrado hizo hincapié en que su resolución estaba fundamentada en los hechos sobre un caso específico e individual, y no en la opinión pública. “No está basada en las emociones o la compasión”, afirmó.
“Quiero hacer un reconocimiento al profundo y tremendo dolor que todas las familias están sintiendo, especialmente la familia de Floyd, tienen nuestra compasión”, agregó Cahill.
Para la familia de Floyd fue una condena histórica
El abogado de la familia Floyd, Ben Crump, catalogó la decisión como “histórica” y consideró que acerca a los familiares de la víctima y a Estados Unidos “un paso más hacia la reconciliación” después de 13 tumultuosos meses.
Por primera vez desde el asesinato, el policía de 45 años, que se ha convertido en la representación de los abusos policiales en Estados Unidos, habló públicamente este viernes.
“En este momento, debido a algunos asuntos legales adicionales, no puedo dar una declaración formal completa”, dijo Chauvin al tribunal de Minneapolis. “Pero brevemente, sin embargo, quiero dar mis condolencias a la familia Floyd”, añadió.
Minutos antes, la familia de Floyd había exigido una explicación. “¿Por qué? ¿Qué estaba pensando cuando se arrodilló sobre el cuello de mi hermano sabiendo que él no era una amenaza?”, inquirió su hermano Terrence al expolicía de 45 años exigiendo una “pena máxima”.
El juicio al expolicía, que comenzó en marzo, fue seguido por millones de estadounidenses. Durante semanas, la escena del crimen fue revisada desde todos los ángulos, se escucharon los testimonios de los testigos y de las partes y desfilaron por la sala de juicio una cantidad inédita de policías, en su mayoría para denunciar la actitud de su excolega.
Floyd murió el 25 de mayo pasado después de que Chauvin presionara la rodilla contra su cuello durante más de nueve minutos, en un hecho que desencadenó una ola de protestas y disturbios raciales en EE.UU. no vista desde el asesinato de Martin Luther King a finales de la década de 1960.
(Nota de Página12)