Por Carlos Chávez
07 de enero de 2025.- En el puerto de Acapulco, que busca reponerse de dos huracanes devastadores y en el que la violencia se intensifica, ha sido el lugar en donde un centenar de personas migrantes habían estado deambulando en caravana sin ninguna especie de orientación institucional ni espacial, pues habían estado varados por varias semanas sin poder avanzar hacia EE. UU.
Algunos de ellos recibían hospedaje en una iglesia cercana a las oficinas de Instituto Nacional de Migración (INM) en Acapulco, que a pesar de no ser un lugar que se encuentra en la ruta migratoria habitual y no está preparado para acoger migrantes, varios sacerdotes han organizado ayuda con comida, agua y ropa, sin embargo, una gran mayoría terminaba durmiendo en la calle o cerca de la playa.
Se debe considerar que las autoridades mexicanas permiten que las caravanas de migrantes se extiendan hasta que se ellos mismos se cansen, de esta manera, les proporcionan traslados voluntarios a ciudades donde analizan su situación migratoria, ya que en Acapulco es muy difícil encontrar trabajo como indocumentados. Algunos han descubierto que los permisos concedidos por las autoridades sólo les deja desplazarse dentro del estado de Guerrero, pero la última caravana se pudo disolver gracias a que recibieran permisos de tránsito gratuitos para moverse hacia cualquier parte de la república durante un periodo determinado de días.
Finalmente, a dos semanas de la transición gubernamental en Estados Unidos, México continúa tratando de eliminar el caos en el sur de la nación -donde ingresan la mayoría de migrantes hacia EE. UU- con la finalidad de dispersarlos, ya que han intensificado la creación de caravanas hacia la frontera norte antes de que Trump asuma la administración el próximo 20 de enero.
Por su parte, con la estrategia de “dispersión y agotamiento” se ha agudizado el núcleo de la política migratoria del gobierno de México en años recientes y, el año anterior particularmente, consiguió disminuir considerablemente la cantidad de migrantes que cruzaban la frontera con Estados Unidos, argumentó Tonatiuh Guillén, exdirector del Instituto Nacional de Migración (INM) de México. Esto resulta importante en tanto sigan las denuncias de diferentes organizaciones civiles por los traslados de migrantes a zonas con altos índices de violencia.