Soraya Jiménez Mendivil nació el 5 de agosto de 1977 en Naucalpan, Estado de México. Sus inicios dentro del deporte fueron cuando practicaba básquetbol, que era un deporte de la familia.
Antes de incursionar en el levantamiento de pesas, practicaba bádmiton y natación. A los 14 años comenzó a practicar físicoconstructivismo, pero también tenía cualidades para halterofilia.
Fue entrenada por el presidente de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas, Víctor Alayola.
Su triunfo internacional lo obtuvo en la Copa NORCECA en Colorado, Estados Unidos, en el año de 1993, donde obtuvo un tercer lugar; después de esta victoria, logró un oro, en un torneo en 1996.
Entre sus triunfos más importantes al inicio de su carrera, destacan las marcas mexicanas en arranque, envión y en el total en la Copa Guatemala 1996; y en la Olimpiada Nacional en la Ciudad de México en 1997.
Por su calidad competitiva, las autoridades deportivas contrataron a Gueorgui Koev e Ivan Chaquirov, para continuar con su triunfo.
En el Campeonato Nacional de primera fuerza en el Comité Olímpico Mexicano, donde impuso récord, al superar las marcas para poder participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe por 172.5 kg.
En 1999, obtuvo la clasificación para los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, durante el Campeonato Mundial de Mayores, realizado en Atenas.
El 18 de septiembre de 2000, Soraya Jiménez obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney, imponiéndose en la categoría de los 58 kilógramos con 225.5 kilos en total; con este triunfo inspiró a otras mujeres para practicar deportes, que en ese tiempo, eran considerados exclusivos para hombres.
Su triunfo se dio, luego de que levantara una pesa y la mantuviera suspendida un instante; aquí superó los 122.5 kilógramos levantados por la entonces favorita de la competencia, Song Hui.
Aquellos Juegos Olímpicos fueron los primeros en los que las mujeres fueron autorizadas a competir en la halterofilia y también fue la primera vez que se escuchó el Himno Nacional de México en la máxima justa deportiva, gracias a una mujer.
Su vida no fue fácil, pues en total acumuló un historial clínico de 14 operaciones en la pierna izquierda, la pérdida de un pulmón, varios paros cardiorrespiratorios y padeció influenza tipo B, que contrajo en julio de 2007 en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.
En 2007, fue sometida a una cirugía donde le extirparon un pulmón, luego de caer en coma por 15 debido a que contrajo la influenza A-H1N1, esto le ocasionó una baja en sus defensas.
El 28 de marzo de 2013, el Comité Olímpico Mexicano confirmó el fallecimiento de Soraya Jiménez, a consecuencia de un infarto al corazón.