05 de diciembre de de 2024.- Ciudad de México.- La noche del ayer la Cámara de Senadores aprobó por unanimidad el proyecto de decreto que reforma diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo (LFT), en materia de derecho al descanso durante la jornada laboral, conocida como “Ley Silla”.
Con 104 votos a favor, fue que recibió el dictamen, por lo que ahora se remitió al Ejecutivo Federal; la reforma aprobada por el pleno establece en el artículo 132 de la citada ley, que es obligación de las personas empleadoras proveer suficientes asientos o sillas con respaldo a todas las personas trabajadoras en los sectores de servicio y comercio, para la ejecución de sus funciones o para el descanso periódico durante la jornada laboral.
Mismo que añade que, en el caso de descansos periódicos, los asientos o sillas con respaldo deberán estar ubicados en áreas específicas que, para tal efecto se designen en las mismas instalaciones del lugar de trabajo.
De acuerdo con el artículo 133 de la Ley Federal del Trabajo, se prohíbe a las personas empleadoras obligar a las personas trabajadoras a permanecer de pie durante la totalidad de la jornada laboral, así como prohibirles tomar asiento periódicamente durante el desarrollo de sus funciones.
Por su parte la presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, Geovanna Bañuelos de la Torre, refirió que esta reforma es crucial para garantizar el bienestar físico y emocional de las y los trabajadores.
Al presentar el dictamen, refirió que 45 por ciento de los empleados desarrollan sus actividades parados y sin descanso; de esa cifra, la mitad afirma tener dolor de espalda y cansancio en piernas. Además, 35 por ciento realiza sus labores de pie por más de ocho horas diarias; mientras que 47 por ciento en periodos de cuatro a ocho horas.
Con esta nueva ley, dijo,que se corregirá una injusticia histórica, y busca un cambio cultural profundo, para pasar de las viejas lógicas de explotación laboral, del concepto de la fuerza laboral como mercancía, a una nueva visión que pone la dignidad de la persona por encima de cualquier interés económico.