Por Heidi Castellanos

30 de diciembre de 2024. Coatzacoalcos,Ver.- Durante las festividades decembrinas, el uso desmedido de cohetes continúa siendo una preocupación creciente para rescatistas de animales en la zona sur de Veracruz. A pesar de los reiterados llamados a la conciencia sobre los riesgos que la pirotecnia representa tanto para las personas como para los animales, especialmente perros y gatos, muchos siguen recurriendo a estos artefactos sin medir las consecuencias.

La Delegada de la Asociación Mexicana por los Derechos de los Animales (AMEDEA) Miriam Hernández, lamentó ver cómo persiste el uso de cohetes, incluso por parte de adultos que dejan que los niños manipulen estos artefactos peligrosos.

Además añadió que en los refugios se presentan graves problemas, porque las detonaciones no solo alteran a las mascotas, también les generan problemas de salud que los puede llevar a la muerte.

Es muy triste darnos cuenta que la gente no entiende. A veces los mismos adultos compran los cohetes y dejan que los niños los manejen sin pensar en el riesgo que corren, y luego andan pidiendo ayuda cuando se presentan las quemaduras, que es un dolor que a nadie se le desea. Y los animales, por supuesto, sufren muchísimo. Ayer me decían que ahora los perros son ‘de cristal’, y no, siempre han sentido, aunque no todos reaccionan igual, la diferencia es que ahora estamos buscado crear conciencia entre la población, comentó Hernández.

Frente al caos generado por la pirotecnia, los refugios en la región han tomado medidas preventivas para proteger a los animales. Entre las estrategias más comunes están la creación de espacios seguros y aislados, el uso de gotas relajantes y el vendaje de presión, prácticas que buscan mitigar los efectos del ruido y el estrés en los animales.

Paula Martínez, de “Rescatando Huellitas”, relató cómo se prepara para proteger a los animales de su refugio, incluso sacrifican pasar más tiempo con su familia durante el 31 de diciembre para apoyar a las mascotas, ya que este día es cuando más queman cohetes.

Tengo una perrita muy nerviosa que sufre problemas con los cohetes, y debo prepararme vendándola. También vivo en el refugio con mis 23 perros y 24 gatos. Si oyen los cohetes, se asustan mucho, por lo que tengo que tranquilizarlos de inmediato. La gente no entiende el impacto que esto tiene, explicó Martínez, quien además opta por ir a cenar temprano con sus hijas y luego regresar al refugio para cuidar a los animales.

A pesar de los esfuerzos por sensibilizar a la población, el uso de cohetes sigue siendo una tradición común en estas festividades, lo que ha generado un aumento significativo en los casos de animales perdidos, atropellados e incluso muertos a causa de la pirotecnia.

Los rescatistas continúan haciendo un llamado a la ciudadanía para que considere alternativas menos dañinas, no solo para los animales, sino también para las personas, en especial aquellos con enfermedades cardíacas o de ansiedad, así como niños con autismo que pueden verse gravemente afectados por el ruido.

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