Cuatro esculturas de gran tamaño de Charles Ray, transforman desde hoy el interior del Palacio de Cristal de Madrid, conformando un espacio de alucinación, belleza clásica y lecturas personales.
La considerada como una de las figuras claramente más importantes del arte contemporáneo, muestra cómo distancia con el objeto de observación representa un mundo en el universo de este estadounidense, residente en California, que hasta el 8 de septiembre verá expuesta una pequeña muestra de su producción en un espacio ya de por sí etéreo y mágico.