El Overture, un nuevo proyecto de aeronave supersónica, planea volar hasta Europa en menos de 4 horas por precios verdaderamente accesibles.
Cecilia Durán vivía en la colonia Álamos de la Ciudad de México. Recuerda que, cuando el avión Concorde iba a aterrizar, toda su casa se estremecía. Era lo normal: las aeronaves supersónicas producen ese efecto al ser más veloces que el sonido. Ella lo vivía con relativa cercanía, porque su vecindario estaba en el vector de aterrizaje del Aeropuerto Internacional capitalino.
Entre 1973 y 2003, éste fue el único avión supersónico comercial en el mundo. Estaba a cargo de Air France, y hacía vuelos de la capital mexicana hasta Londres y París. Las ventajas eran varias: en lugar de hacer 12 horas de viaje transatlántico, los pasajeros podrían estar en Europa en 6 horas, justo la mitad del tiempo. A 45 años de operaciones, el Concorde dejó de volar. Hoy, casi dos décadas después, el Overture podría sustituirlo.
Volar a Europa en 4 horas
Muchos lamentaron la descontinuación de los vuelos en el Concorde de Air France. Aunque era una línea de viaje de alta gama, las masas se asombraban por su poderosa capacidad técnica y la rapidez que el avión era capaz de alcanzar. Ahora, un nuevo proyecto estadounidense pretende replicar este éxito a un mucho mejor precio para los pasajeros. El Overture planea volar de Nueva York a Londres en tan sólo 3 horas y 15 minutos.
Se trata de un avión XB1 que, según la agenda, podría empezar a funcionar a finales de 2021. Al año siguiente, el objetivo es abrir una fábrica en Estados Unidos, para construir aeronaves comerciales en 2023. La última etapa, idealmente, corresponde a convertirlo en una alternativa de viaje accesible para un mayor número de personas hacia 2026.
En principio, los boletos no deberían de superar los 100 dólares, de acuerdo con The New York Times. Se planteó originalmente que fueran vuelos a Europa, pero se quiere extender la posibilidad a cualquier destino del mundo. Bajo el nombre de Boom Supersonic, este proyecto viene a despertar el “sueño supersónico” que se dejó detrás con el último aterrizaje del Concorde de Air France.
Una alternativa libre de carbono
El avión tendrá una capacidad de hasta 88 personas y se centrará en más de 500 rutas, principalmente transoceánicas. El fundador y director general de la empresa, Blake Scholl, está tan seguro de su éxito que destacó para CNN lo siguiente: “O fracasamos o cambiamos el mundo”.
Además de ser una alternativa notablemente más veloz que los vuelos comerciales, una de las directrices del proyecto es lograr que los aviones sean neutros en carbono. Esto quiere decir que no generen emisión alguna que sea nociva para la atmósfera, de manera que es una opción de viaje mucho más sustentable que las alternativas tradicionales.
Según Scholl, “Lo que se hace, básicamente, es absorber el carbono de la atmósfera, licuarlo en el combustible del avión y ponerlo en el avión”. A la expectativa del primer despegue a finales de este año, el director general augura el inicio de una nueva modalidad de viaje, que no sea exclusiva para pasajeros con alto poder adquisitivo.