El ministro de Salud de Japón, Tamura Norihisa, alertó que el gobierno podría declarar un nuevo estado de emergencia en la capital, Tokio, próxima sede de los Juegos Olímpicos, ante el aumento de casos en la ciudad, que ha registrado 562 nuevos contagios en las últimas 24 horas, un centenar más que hace siete días.
Asimismo, la presidenta del comité organizador de la justa, Seiko Hashimoto, solicitó a las autoridades nacionales un nuevo endurecimiento de las restricciones en la capital, tras conocerse la aparición de un caso de la temida variante Delta –identificada por primera vez en India y de especial virulencia– en un ugandés llegado al aeropuerto de Narita y que había estado en “estrecho” contacto con el equipo olímpico del país africano.
Para garantizar la seguridad de los Juegos, los atletas se mantendrán en un ambiente de ‘burbuja’, aunque la propia Hashimoto, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Kyodo, indicó que las medidas no son necesariamente “100 por ciento” efectivas.
La funcionaria insistió que los “juegos sin espectadores”, siguen siendo una opción para el certamen, cuya inauguración oficial está prevista para el 23 de julio.
La admisión de Seiko Hashimoto sucede apenas cuatro días después de haber anunciado que se permitirá un máximo de 10 mil aficionados locales en las sedes –con cifras que no exceden el 50 por ciento de la capacidad de los recintos–, sin importar si son actos al aire libre o en espacios cerrados.
Los organizadores aparentemente cedieron un poco sobre los espectadores cuando un panel dedicado al Covid-19 del gobierno metropolitano de Tokio informó el jueves que había “una señal de rebote de los contagios” en la capital.
El grupo de expertos indicó que los contagios aumentaron 11 por ciento en la última semana –según el promedio de siete días– y que se detectaron más casos de la variante Delta contagiosa. Los organizadores anunciaron que revisarán la decisión sobre los espectadores después del 11 de julio, cuando finaliza el “cuasi-estado de emergencia”.
La ministra de Juegos Olímpicos, Tamayo Marukawa, ofreció otra llamada de atención al confirmar que un miembro del equipo de Uganda que dio positivo para el coronavirus al ingresar a Japón padecía la variante Delta.
Más tarde, un segundo ugandés también dio positivo en la misma variante, dijo Hirofumi Yoshimura, el gobernador de Osaka.
Pese a que se realizan pruebas de manera exhaustiva antes de viajar y al arribar a Japón, se espera que se registren casos similares durante la llegada a Tokio de los cerca de 11 mil deportistas olímpicos y 4 mil 400 paralímpicos, junto con decenas de miles de personas entre cuerpo técnico, entrenadores, jueces y funcionarios del COI y de las federaciones nacionales.
Ayer se dio a conocer en la prensa local que hackers penetraron el sistema informático del Comité Olímpico Japonés el año pasado y cerraron temporalmente las operaciones.
(Nota de La Jornada)