La mejor actuación de Tom Brady en tres duelos ante Nueva Orleáns dio a los Buccaneers de Tampa Bay el segundo boleto al choque por el título de la Conferencia Nacional y de paso mandó a casa al quarterback Drew Brees, de los Saints, quizá de manera definitiva.
Brady y la ofensiva de los Buccaneers aprovecharon tres pérdidas de balón de los Saints, entre ellas dos intercepciones a Brees, con touchdowns, y Tampa Bay derrotó 30-20 a Nueva Orleáns en la Ronda Divisional de los Playoffs de la NFL.
Dos de esos touchdowns fueron en pases cortos a Mike Evans y Leonard Fournette. Y después de que un envío de Brees fue interceptado por el linebacker Devin White a mediados del último cuarto, Brady llevó a los Buccaneers a la yarda uno rival, desde donde se lanzó a la zona de anotación para prácticamente asegurar su decimocuarto viaje a un partido por el Campeonato de Conferencia, su primero en la Nacional.
Mientras tanto, la era de Brees en Nueva Orleáns podría llegar a su fin después de 15 temporadas.
El partido quizá será el último en el Superdome para Brees, un quarterback de 42 años que se encuentra bajo contrato por un año más, pero que no ha hablado sobre ningún plan más allá de esta temporada, y en ocasiones ha dado indicios de un retiro inminente.
Si fue su último partido en la NFL, no será uno para el recuerdo. El líder de la Liga de todos los tiempos en pases completos y yardas por aire conectó 19 de 34 envíos para solamente 134 yardas, un touchdown y tres intercepciones.
Brady terminó con 18 pases completos en 33 intentos para 199 yardas en lo que con frecuencia parecía más un duelo defensivo. A diferencia de sus dos partidos anteriores ante los Saints, ambos derrotas y en los que acumuló cinco intercepciones, Brady no entregó el balón al rival y supo evadir la presión, sufriendo una sola captura.