Por: Rossana R. Polanco

(Polanckova Sports Photography)

Cd. de México.- A los pocos días transcurridos de este año 2022, el mundo del deporte se vio sacudido por una controversia de la que fue protagonista Novak Djokovic, el tenista serbio #1 del mundo. La raíz del problema nace de una decisión personal hecha por el atleta al elegir no vacunarse contra el virus SARS-cov2. El conflicto va mas allá de las libertades individuales al elegir lo que más le conviene al yo para beneficio personal y no en función del bien común.

Lo sucedido a Djokovic en Australia es un ejemplo de que todos cometemos errores, nadie esta exento de ello. Tampoco nadie puede ni debe estar por encima del bienestar social ni de las reglas impuestas por una nación. No importa quien seas, ni lo bonito juegues o cuanto dinero dones a causas filantrópicas, las reglas son para todos, se deben de respetar y cumplir para lograr mantener un orden social.

El caso de Djokovic generó mucha controversia dentro y fuera del deporte, ya que este problema tiene un trasfondo particular. Este incidente se convirtió en asunto político, con tintes ideológicos relacionados con tópicos controversiales para la humanidad como las libertades, el bien común, el orden y el deber. Estos temas que han quedado sin resolver por años son el combustible que hemos ido almacenando como sociedad y que en tiempos inciertos como el que vivimos, una insignificante chispa podría provocar un gran incendio incontrolable. Por ello, considero importante preparar el terreno para poder hablar de ello y advertir que únicamente es una opinión, mi perspectiva del asunto y no la verdad absoluta. Podrán compartir mi opinión o estar desacuerdo, no pasa nada. El punto es poder intercambiar ideas del problema sin provocar un incendio mayor que el conflicto original.

Para empezar, tenemos que considerar el contexto en el que se ha desarrollado el conflicto. No podemos olvidar lo vivido estos últimos años desde inicios de la pandemia y los millones de vidas que se han perdido, la crisis económica, el desempleo, las familias y amistades separadas por temor al contagio y la muerte, las secuelas en la salud mental que ha causado el confinamiento y por ultimo las medidas para muchos extremas o irracionales que se han tenido que tomar para sobrevivir a esta pandemia que no tiene fecha de vencimiento aún.

No creo que la historia tenga héroes ni villanos, solo intereses contrapuestos de las diversas partes, creo en que cada uno es libre de decidir según sus convicciones, pero también es responsable de las consecuencias de esos actos y que ninguna libertad individual esta por encima del bien común y que la salud pública se considera como tal.

Segundo punto, todos tenemos un favorito, ese jugador que posee ciertas características que nosotros valoramos y que inconscientemente buscamos imitar. Este ídolo que tenemos, al que admiramos y defendemos, es un reflejo de nuestro sistema de valores, de lo que nos interesa, nos importa y valoramos de manera individual. No todos van a compartir nuestra preferencia y muchos la podrán criticar, pero no por ello es un ataque ni una ofensa a nuestra persona, únicamente es un gusto distinto a partir de un sistema de valores diferente al nuestro. No somos nuestras preferencias, somos humanos que es algo ya demasiado complejo.

Somos billones de humanos en la Tierra, que aburrido seria no poder discutir en redes sociales buscando ganar el argumento a favor de nuestras preferencias y tener la falsa sensación de superioridad, ese abrazo al ego que reafirme nuestra narrativa personal de lo que creemos que somos en función de únicamente una preferencia. Fuera de broma, que aburrido seria no poder intercambiar ideas con alguien que tenga diferentes puntos de vista a los nuestros, el dialogar e interactuar mientras enriquecemos nuestra experiencia humana.

Todos somos diferentes, valoramos y creemos en distintas cosas, pero eso no es un problema, lo increíblemente preocupante es enfocarnos en lo que nos separa y no en lo que coincidimos y nos une como genero humano. Ya hemos sufrido demasiado por la pandemia, hemos estado separados de nuestros seres queridos por tanto tiempo que nos parece incomprensible que aun haya quienes no creen en el virus, quienes comparten teorías conspiratorias y noticias falsas, a quienes les es indiferente la situación actual y no se dan cuenta que toda acción o inacción tiene consecuencias a corto, mediano o largo plazo.

Dicho lo anterior, se recuerda una de las leyes de Newton, toda acción tiene una reacción y en el caso particular de Novak Djokovic, su acción y decisión personal de no inocularse en pro de su libertad individual, tiene consecuencias y al parecer muy costosas respecto al futuro de carrera profesional. Somos libres de elegir lo que mejor nos convenga, pero también debemos estar preparados y ser conscientes de que somos responsables de las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Así como uno es libre, los gobiernos y autoridades de otras naciones también lo son y cuentan con la facultad de planear, diseñar, aplicar y/o imponer medidas o reglas para salvaguardar el bienestar de sus gobernado

s.

La libertad de uno termina cuando comienza la del otro, y cuando se trata de bien común, este siempre estará por encima de cualquier interés particular. Si una nación tiene como requisito de entrada al territorio, el cumplimiento de un conjunto de reglas no importa quien seas, debes de cumplirlas, su país sus reglas. Si en sus reglas esta que para entrar debes estar inoculado, debes de cumplirlo, al menos que tengas un padecimiento que se contraponga a la vacunación y que ello este justificado o que seas intolerante o alérgico a cierto compuesto del medicamento.

Una justificación medica debe ser para quien realmente padece una condición de salud que le impide vacunarse y no para quien a mi opinión la solicita como medio para justificar su incumplimiento en el estado de inoculación requerido por parte del Gobierno de la nación que visita. Menos cuando dicho incumplimiento es resultado de su libertad de elegir no hacerlo, es decir, es la consecuencia de sus actos y debe ser responsable de todo aquello que se derive de esta. Eres libre de elegir lo que te convenga, mientras no dañes a terceros y esto ultimo en la situación que vivimos con la pandemia, es un asunto de interés social, orden y salud pública.

Djokovic no es el villano de la historia, pero tampoco la victima ni el héroe, es una figura publica, un atleta talentoso sin duda, un modelo a seguir, pero sobre todo un humano que actuó equivocadamente motivado por varios errores de juicio en función a su beneficio personal. Para que este problema se ocasionara, hubo varias partes involucradas, entre ellas la organización del torneo cuyo interés era tener al campeón defensor en su evento y número 1 del mundo. El gobierno australiano por la falta de comunicación y conciliación entre las distintas esferas del gobierno respecto a los motivos verdaderamente validos para obtener una exención medica.

Tres, Djokovic y su equipo sabían que para entrar a Australia y poder jugar el torneo debía estar vacunado. Eso se dijo con anticipación y si a la fecha del evento, el no cumplía con las reglas no podría jugar, no solo por el torneo, sino las reglas del país al que visitaría. Si tus creencias o postura están en conflicto con tus aspiraciones y las reglas impuestas, tienes que decidir que es lo que vale más y que estas dispuesto a sacrificar, no se puede todo, aunque seas Djokovic, el numero 1 del mundo. Las reglas existen por algo y nadie puede estar por encima de ellas ni considerar una excepción a las reglas por tener una posición privilegiada respecto a otros.

Es claro al menos para mi, que AO querían la participación de Djokovic y que intentaron ayudarle para que jugase, aun sabiendo que no cumplía con la regla impuesta a nivel nacional, le apoyaron a medida de lo posible para que pudiese competir. Le concedieron una excepción medica, pero olvidaron que por encima de cualquier torneo o jugador esta el orden y cumplimiento de las reglas. Por parte del serbio, hubo muchos errores de por medio consecutivos, el no cumplir requisito de vacunación solicitado para ingresar al país, el solicitar una excepción a la que no calificaba, línea del tiempo del contagio y su error de juicio en atender eventos públicos estando enfermo, sus viajes o incumplimiento de la cuarentena previa a ingresar a Australia, la falsedad de declaración en formatos de migración, por nombrar solo algunas.

El conflicto inicial fue por un aparente error en la visa que lo llevó a su detención, pero en el intento por defenderse de esa gran injusticia, se reveló información que lejos de ayudarlo lo perjudicaba aun más y que cada intento por arreglar la situación salía contraproducente. La familia del jugador contribuyó a hacer el problema mayor, el padre Srdjan convirtió el conflicto en algo político al solicitar apoyo de Serbia y de los seguidores del hijo, también lo proclamó victima y líder libertador de minorías, incitando a manifestarse por defender a Novak en esa gran injusticia de la que era la victima de un sistema opresor. No es la primera vez que el Srdjan le ha ocasionado problemas a su hijo, las declaraciones que ha hecho respecto a otros jugadores, la falta de objetividad con la que se expresa de su hijo, como un Dios, un mesías y todos los atributos que le quiera poner para exaltar su grandeza, en lo ultimo es su hijo y lo hace para seguramente para enaltecer su ego de ser el padre de un gran campeón.

Cuatro, Novak Djokovic no tiene necesidad de ser adulado así por su padre, ni necesita que lo defienda, ya que su talento habla por si mismo, además de que cada vez que Srdjan habla, lo perjudica. Novak tal vez no declaró literalmente su postura contra la vacunación ni invitó a no hacerlo, pero es una figura pública y sabe que lo que haga o diga tiene influencia en los demás, ya que es para muchos un modelo a seguir. Si pidió una excepción médica o se la pidieron los de Tennis Australia y la organización y el lo permitió, lo consintió. Si no estaba vacunado hasta ahora, se haya contagiado o no el mes pasado, ese hecho es suficiente para determinar su postura al respecto de la inoculación, sin necesidad alguna de declararlo públicamente. Una acción o inacción dice más que una declaración al respecto.

Después de días de incertidumbre respecto a si Novak jugaría el torneo o que le sucedería, el domingo previo al inicio del torneo, la Corte Federal apoyó la decisión del ministro de Migración en la cancelación de la visa del serbio, así como la subsecuente deportación y suspensión de Australia por tres años. Hasta ahora los demás torneos de GS no se han pronunciado respecto a sus políticas para participar, pero si algo nos enseñó este drama es que la autoridad o el Gobierno nacional tiene la ultima palabra y no los organizadores del torneo.

El conflicto de Djokovic es el caso de que siendo figura pública con influencia y privilegios debe pensar en poner el ejemplo del respeto a las leyes y no usar su posición para ser la excepción al cumplimiento de ellas. Como enseñanza del caso, debemos entender que la libertad individual no está por encima del bien común, menos durante una emergencia mundial por motivo de la pandemia, donde lo que esta en juego es la supervivencia y no las libertades. Las leyes y las reglas ayudan a mantener un orden para vivir en sociedad y nadie esta exento del cumplimiento de ellas, ni siquiera Djokovic, tampoco lo esta de equivocarse, finalmente es humano y una gran lección esta amarga experiencia le ha de haber dejado, esperemos.

 

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