El clásico del balompié sudamericano en la final de la Copa América entre Brasil y Argentina en el estadio Maracaná de Río de Janeiro será con público, aunque con aforo limitado y con examen negativo de COVID-19, pese a la crisis sanitaria que se registra en tierras brasileñas.
La Conmebol determinó otorgar dos mil boletos para aficionados argentinos residentes en Río de Janeiro y otras ciudades de Brasil, para que acudan a la final del torneo sudamericano más antiguo del mundo a nivel de selecciones entre argentinos y brasileños.
Para distribuir el boletaje entre la afición albiceleste se designó al cónsul general argentino en Río de Janeiro, Claudio Gutiérrez, acción aprobada por la Conmebol, el gobierno del estado de Río de Janeiro y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Además, dos mil aficionados de la verde amarela también podrán asistir a la catedral del futbol, ya que según el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, la Copa América no incidió en el incremento de la pandemia, aunque se reportaron 166 personas contagiadas entre equipos y empleados de la organización del certamen, informó la Conmebol.
(Nota de La Crónica)