María del Rosario Ybarra de la Garza nació en Saltillo, Coahuila, en 1927, mejor conocida como Rosario Ibarra de Piedra, es una activista mexicana.
Su actividad política comenzó en 1973, cuando su hijo Jesús Piedra Ibarra fue acusado de pertenecer a un grupo armado de orientación comunista, la Liga Comunista 23 de Septiembre. Desapareció en 1974, cuando fue detenido por las autoridades tras el asesinato del policía Guillermo Villarreal Valdez. A partir de entonces, Rosario Ibarra inició un largo peregrinar en las instituciones gubernamentales demandando información acerca del paradero de su hijo, que hasta la fecha no se ha esclarecido. Jesús Piedra es considerado víctima de la desaparición forzada de personas que habría llevado a cabo el gobierno de México en las décadas de 1960 y 1970.
El 17 de abril de 1977 fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, mejor conocido como el Comité ¡Eureka!, que reúne a varias familias de personas desaparecidas o presas durante los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.
Hasta la fecha, Rosario Ibarra es la representante de los reclamos hacia los gobiernos mexicanos represores de ese entonces, además forma parte de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Fedefam).
También realizó huelgas de hambre a finales de los años 70 para exigir una amnistía hacia los presos políticos. El gobierno concedió la amnistía en 1978, pero las desapariciones continuaron sin ser aclaradas. Al menos se consideran unos 400 desaparecidos.
En 1982 fue candidata a la Presidencia de la República por el desaparecido Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Fue diputada por ese partido y en 1988 nuevamente alcanzó la candidatura a la presidencia de la República. Tras ser declarado vencedor Carlos Salinas de Gortari, Ibarra se unió a los reclamos de fraude electoral.
En las siguientes elecciones, Rosario Ibarra se identificó con Cárdenas y el PRD. Ha criticado a los gobiernos de Ernesto Zedillo y de Vicente Fox de falta de autoridad para hacer justicia en los crímenes del pasado y en las demandas actuales de los sectores vulnerables del país.
Se ha unido a las luchas sociales de otros lugares del país: a la lucha de los indígenas de Chiapas, al esclarecimiento de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y de las matanzas de indígenas en Chiapas y Guerrero durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Ha participado en diversos foros y ha fundado comités en defensa de los derechos de las mujeres. Ha fungido también como asesora de Andrés Manuel López Obrador.
Ha sido candidata al Premio Nobel de la Paz en los años de 1986, 1987, 1989 y 2006.