Por Sofía Olvera

24 de noviembre del 2025. Xalapa, Ver.- Hoy conmemoramos el Día de la Evolución, una fecha que, pese a pasar desapercibida, invita a reflexionar sobre el origen, transformación y diversidad de la vida en la Tierra. La elección del día no es casual: fue un 24 de noviembre de 1859 cuando Charles Darwin publicó El origen de las especies, obra que revolucionó para siempre la ciencia, pues plantó en la conciencia colectiva la idea de que las especies no son inmutables, sino cambiantes con ayuda del paso del tiempo por medio de lo que llamó “selección natural”. Desde entonces, la evolución se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales de la biología moderna, explicando cómo los seres vivos se adaptan, sobreviven y se diversifican.

Pese a que han pasado más de 160 años de la publicación del libro de Darwin, la evolución sigue siendo un tema de interés global, tanto en la comunidad científica como en el ámbito educativo y cultural. Los avances en genética, paleontología y biología molecular han permitido profundizar en los mecanismos evolutivos y han confirmado lo que Darwin solo pudo intuir: que todos los organismos en el planeta están relacionados entre sí por un ancestro común. El descubrimiento del ADN y el desarrollo de tecnologías de secuenciación han abierto nuevas líneas de investigación, desde la evolución humana hasta el estudio de virus emergentes, demostrando que la evolución está presente en todos los niveles de la vida.

Este día sirve también para subrayar la importancia de la ciencia en la comprensión del mundo natural. En un contexto donde la desinformación puede circular con facilidad, la educación científica se vuelve esencial para fomentar el pensamiento crítico y promover el entendimiento de procesos biológicos que tienen implicaciones directas en la salud, el ambiente y la conservación de especies. La evolución, lejos de ser un concepto distante o meramente teórico, se manifiesta en fenómenos contemporáneos como la resistencia a antibióticos, el comportamiento de las poblaciones ante el cambio climático y la aparición de nuevas variantes de algún virus.

Conmemorar el Día de la Evolución es reconocer la historia científica que ha permitido ampliar nuestra perspectiva sobre la vida, pero también es una invitación a mirar hacia el futuro. La investigación evolutiva continúa ofreciendo herramientas para enfrentar desafíos globales, desde entender la biodiversidad del planeta hasta desarrollar estrategias de protección ambiental. En un mundo que cambia a un ritmo acelerado, recordar que la vida misma es un proceso de cambio constante es una manera de valorar la ciencia que nos ayuda a comprenderlo.

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