Entre el Gobierno del estado y el fiscal general Jorge Winckler Ortiz no hay guerra, aseguró el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, al señalar que siempre ha habido coordinación entre ambos pese a las diferencias.
No obstante, dijo que es posible que la Fiscalía General del Estado (FGE) haya recibido “moches” de delincuentes para evitar ser aprehendidos.
A esto dijo que se debe que se mantuvieran “escondidas” 100 órdenes de aprehensión y por lo cual fue denunciado el hecho ante la Fiscalía General de la República (FGR), a fin de que investigue estos hechos.
“Tenemos que exigirle al fiscal que haga su trabajo y como se nos hizo muy sospechoso que más de 100 órdenes de aprehensión estuvieran ocultas durante tanto tiempo, pensamos que pudo haber hasta un moche de los delincuentes para la institución, para que las ocultara deliberadamente y siguiera libre”.
Puso como ejemplo el caso del Jesús “N”, alias “El Lagarto”, de quien el mandatario ha dicho está implicado en la matanza de Minatitlán, ocurrida al interior de una fiesta, pues señaló que en este caso el fiscal ocultó una orden de aprehensión contra “El Lagarto”.
“Una fiscal dijo que no tenía pero es un delincuente, es una casi como jefe de plaza, cómo a hacer que no tengan algo, ¿qué acuerdos tienen con él? Empezamos a investigar, llamamos la atención y resulta que sí tenía orden de aprehensión” y ya qué, ya se había pelado”.