Por Carlos Chávez
16 de enero de 2025.- El célebre director y guionista de Estados Unidos, David Lynch, famoso por las cintas “Mulholland Drive” o “El Hombre Elefante”, murió este jueves a la edad de 78 años. La triste noticia fue confirmada por su familia, en una breve y nostálgica publicación en Facebook.
Hay un gran vacío en el mundo ahora que él ya no está con nosotros. Pero como él diría: ‘mantén la vista en el donut y no en el agujero’… Es un hermoso día con un sol dorado y un cielo azul en todo momento.
Lynch, nacido en Montana en 1946, pese a su reconocimiento como director de cine, inició su trayectoria como pintor y artista visual, cursando estudios en la Escuela de Artes y Diseño Corcoran de Washington, la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston y, por último, en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania.
Su trayectoria cinematográfica de casi medio siglo se caracterizó por una serie de películas únicas y altamente estilizadas que a menudo muestran contextos surrealistas, líneas temporales descompuestas y componentes sobrenaturales. En 2006, recibió el “León de Oro” por su trayectoria en el Festival de Cine de Venecia y un Óscar honorífico en 2019 por “toda una vida de éxitos artísticos”.
Su carrera inició en la década de 1960 y su primera película, “Eraserhead”, se transformó en un hito en el cine experimental que relataba la historia de Henry Spencer, un individuo que habita en un mundo industrializado y sombrío y que se ve forzado a proteger a su hijo, un ser deformado. El triunfo en su trayectoria comenzó con “El Hombre Elefante”, que se basa en la auténtica historia de Joseph Merrick, un británico del siglo XIX que padeció de graves deformidades físicas, lo que le otorgó su primera nominación al Óscar.
Lynch también adaptó la obra de Frank Herbert, Dune, en 1984, cuyo triunfo no fue el esperado. Sin embargo, dos años después, estrenaría “Blue Velvet”, una de sus producciones más destacadas en su carrera, en la que abordaba temas de voyeurismo, deseo, violencia y la complejidad humana. Además, el director se dirigió a Twin Peaks, una serie que revolucionó su estilo narrativo rompiendo con la estructura tradicional de episodios autoconclusivos.