Por Agustín Contreras Stein
25 de noviembre del 2025. Xalapa, Ver.- HASTA ahora el recuento nacional de la inconformidad parece que va favoreciendo a la sociedad en su conjunto. La presidente Claudia Sheinbaum, pierde popularidad y se avecinan momentos muy complicados para el gobierno y consecuentemente para todos los mexicanos.
De por sí, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, dejó un país seriamente convulsionado, con grandes problemas de inseguridad que, en todo caso, es lo que más preocupa al pueblo en general, pues esta situación genera caos al no permitir que haya plena libertad para poder trabajar, transitar y disfrutar de todo lo que a cada quien le pertenece, como para que la actual presidente siga manteniendo esa política de proteger primero a los delincuentes y luego a la propia ciudadanía.
Como ya lo hemos referido en otras entregas, el gobierno de la república y de los propios Estados que son gobernados por Morena, no entienden que hay enojo nacional y que poco a poco va escalando la inconformidad al grado que, en determinado momento no se pueda parar, perjudicando la buena marcha del país de manera interna y como una reacción a los hechos, también en el extranjero comenzar a tener dificultades para los acuerdos y estropear las buenas relaciones con el mundo exterior.
Ya es tiempo de que la presidente, haga la evaluación correspondiente de todo lo que está sucediendo en estos momentos y establecer las nuevas políticas, ajenas al proyecto del anterior gobierno, para poder caminar con más seguridad en el establecimiento de una buena administración pública.
Si las cosas continúan por el camino que la inconformidad está siguiendo, se prevé que la presidente no llegue, ni siquiera, al proceso de revocación de mandato. El pueblo la podría despedir antes, no sin antes, pasar por un periodo de grandes consecuencias políticas, económicas y sociales. La presidente está llegada al momento cumbre de su desesperación y hasta se maneja la probabilidad de que, también, la propia mandataria no espere a que la despidan, sino salir antes de que las cosas pudieran agravarse. Esto ya lo comentan, incluso, algunos militantes de morena y críticos contundentes de la cuarta transformación.
SE COMPLICAN LAS COSAS EN VERACRUZ
HAY, SIN DUDA ALGUNA, evidencias de que el Estado de Veracruz, ya se ha convertido en un mero polvorín por la inseguridad que persiste, cuestión que parece no ser percibida por quienes tienen en sus manos el suficiente poder para intervenir y buscar soluciones adecuadas antes de que haya estallamientos sociales más graves.
El reciente asesinato de Juan Carlos Mezhua Campos, ha venido a multiplicar los efectos de una percepción estatal acerca de una permanente inseguridad que lo mismo actúa en contra de quienes tienen alguna relación con la delincuencia que con los mismos ciudadanos que no tienen nada que ver con ellos. El temor existe en todas partes, es decir, en carreteras, en los negocios, en las calles y hasta el los propios hogares. La libertad de los veracruzanos, por estas circunstancias que privan a lo largo y ancho del territorio estatal, se ha visto trastocada, limitada, mientras que en el gobierno buscan siempre encontrar evasivas y justificaciones que no ayudan.
LA CELEBRACIÓN DE SHEINBAUM
SI EL GOBIERNO de la presidente Claudia Sheinbaum, fuera más inteligente, cancelarían de inmediato la celebración a la cual está convocando la misma jefa del poder ejecutivo nacional, dizque para celebrar los siete años de transformación. Se pondría las pilas para trabajar en busca de otras estrategias, porque hasta ahora, el país se le está yendo de las manos. Hay razones importantes para evitar mayores confrontaciones con los gobernados. Lo más conveniente es que deje tales celebraciones para otro momento, cuando en verdad se puedan apreciar los beneficios emanados de un proyecto gubernamental que esté dando resultados evidentes y positivos para todos los mexicanos. Insistir en estos actos, es provocar más al pueblo mexicano, cuando están siendo testigos de que hay inconformidad y que puede, en determinado momento, generar el estallido social más organizado y contundente para deshacerse de su propio gobierno.
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
