Las asperezas entre Brasil y los países europeos que buscan ayudar a combatir los incendios en la Amazonia se agudizaron el martes y pusieron en riesgo la unidad mundial sobre cómo proteger una región que es vista como fundamental para la salud del planeta.

La selva amazónica es uno de los principales focos de absorción de dióxido de carbono, y es considerada como una defensa crítica para combatir el incremento en las temperaturas y otros problemas relacionados al cambio climático.

El efecto de los incendios fue evidente en la ciudad amazónica de Porto Velho, en donde una densa capa de humo cubrió el cielo la mayor parte del día. La enfermera Elane Diaz habló de problemas respiratorios mientras aguardaba una cita médica en el hospital en compañía de su hijo Eduardo, de 5 años.

Brasil indicó que impondrá condiciones para aceptar cualquier ayuda, proveniente de países del Grupo de los Siete, que han ofrecido millones de dólares, para el combate a los incendios y la protección de los bosques tropicales.

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