POR: Melvin Ambrosio Vargas

Al entrar el segundo trimestre de 2019 los indicadores económicos a nivel nacional comienzan a mostrar ciertas tendencias que los diversos analistas y los medios magnifican como desaceleración o recesión, quedando muy ambiguos los términos. No, no es recesión, se le llama “recesión técnica” que es un paso antes de la recesión, sucede cuando se registran contracciones del PIB (Producto Interno Bruto) nacional durante dos trimestres consecutivos. Al 2do trimestre de 2019 se suma la caída del crecimiento en actividades manufactureras industriales en -2.1% en marzo, la creación de empleos es 39% menor al registrado en el mismo periodo de medición contra el año anterior, sólo un aumento de 2% en el salario real en el mes de junio, la tasa de crecimiento de la Inversión Privada se ubica en -2.1% y la de Inversión Pública en -11.%, el Índice Global de Actividad Económica (IGAE) creció solamente 0.3% en abril (muy baja respecto al mes anterior que se contrajo 0.6%). En crecimiento económico al primer trimestre 0.1% y el ajuste del crecimiento al segundo trimestre de 0.0%, la previsión del crecimiento económico anual ya se ubica en 1.8% contra la meta de 4.5% anual. Este ajuste no sólo confirma la recesión técnica, sino que nos hace reflexionar sobre qué medida deberá implementar el Gobierno para acabar la incertidumbre que se avecina cuando también el fantasma de la recesión afecta a la tercera economía exportadora del mundo: Alemania, que por primera vez solicita deuda en 30 años, cuando antes la disciplina financiera fue la rectora.

¿Crecimiento o desarrollo económico? En primera instancia el crecimiento económico es una variación positiva de la riqueza de un país de todos bienes y servicios producidos en un año a precios de mercado, que se puede medir trimestralmente comparando, por ejemplo, primer trimestre (enero, febrero y marzo) de 2019 contra primer trimestre de 2018. En segunda instancia, en desarrollo económico se define como crecimiento positivo del PIB más modificación estructural positiva en infraestructura básica, educación, salud, vivienda y carreteras. Ahora que ya tenemos los conceptos, es hora de evaluar, si el crecimiento es nulo, no es una buena señal, en comparación de crecimientos nacionales como EUA de 3.6% y China de 6.6%, debemos considerar que las principales economías exportadoras (la uno y la dos) si están creciendo, sometiendo a debate la cifra para nuestro país.

Se presentan los datos de forma objetiva y clara, analizados desde el ángulo económico y no político, las fuentes son diversas que corroboran los datos, que van desde el mismo INEGI, SHCP, STPS, Banxico, e incluso las calificadoras de riesgo, banca privada y estadísticas financieras como Moody’s, BBVA Research, Rankia e incluso medios especializados en periodismo financiero a nivel nacional. Se advierte un claro ejemplo de estancamiento económico con recesión económica en el corto plazo con una alta incertidumbre para empresarios e inversionistas, que podría ser distinto si el Gobierno aplica medidas de control de daños de una forma inmediata y estratégica.

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