Xalapa, Ver.- La CFE informa que, en seguimiento al primer proyecto de electrificación con perspectiva de género, realizado en la zona de Zongolica, Veracruz, se llevó a cabo un taller con 3 componentes: capacitación técnica a las beneficiarias en el manejo de módulos solares, igualdad de género, así como desarrollo social y cultural para niñas y niños.
El taller tuvo como objetivo promover la participación de las mujeres en el funcionamiento, composición y mantenimiento de los equipos instalados, proporcionar conceptos relacionados con la igualdad de género y derechos humanos, facilitar procesos de organización y participación comunitaria, profundizar el análisis de los vínculos entre género y electricidad, así como contribuir al fortalecimiento de la capacidad de agencia de las beneficiarias. Todo lo anterior a través de dinámicas que promueven la participación de las integrantes del taller a fin de escuchar de voz propia cómo ha incidido la electricidad en su entorno individual, familiar y comunitario.
Destaca la relevancia del componente social y lúdico-formativo ya que tiene como objetivo central la atención de las niñas y los niños de estas comunidades, con el objeto de sensibilizar en el uso adecuado de la energía, en el cuidado del medio ambiente, en el respeto de los valores y de la cultura de paz, a la vez de fomentar el hábito de la lectura que contribuya a potenciar sus habilidades cognitivas.
Dicho taller fue impartido por la EPS Generación VI, la Unidad de Género e Inclusión adscrita a la Coordinación de Recursos Humanos de la Dirección Corporativa de Administración, la Gerencia de Distribución Oriente y la Gerencia de Desarrollo Social de la Comisión Federal de Electricidad, contando con el apoyo y organización por parte de la agencia de desarrollo Fondo para la Paz.
El proyecto antes citado busca beneficiar a comunidades en extrema pobreza con la instalación de módulos solares individuales en viviendas que están fuera de la red eléctrica, aisladas entre sí y que se ubican en una zona montañosa. En éste, se electrificaron las viviendas con energía limpia, proveniente de una fuente renovable y libre de emisiones contaminantes a la atmósfera.
Además, es un proyecto social con perspectiva de género que responde a la necesidad de incluir a las mujeres en el planteamiento y desarrollo de proyectos de electrificación, no solo como beneficiarias, sino también como agentes clave en la toma de decisiones, operación y mantenimiento de las nuevas tecnologías.
Las actividades se realizaron en diferentes sedes para acercar a las mujeres que provienen de diversas comunidades, las cuales se encuentran distantes entre sí. De esta manera, el equipo de la CFE se trasladó a Tequila, Yoloxochío, Comalapa y Mixtla de Altamirano, Veracruz.
Los talleres fueron expuestos tanto en español como en náhuatl y se contó con el apoyo de técnicas y auxiliares especializadas de Fondo para la Paz.
A partir de preguntas detonadoras, se invitó a reflexionar acerca de las actividades que realizan hombres y mujeres en sus comunidades. Asimismo, se dialogó sobre la manera en la que, a partir de la electrificación, cambiaron esas actividades, para las mujeres. Para ello, dibujaron cómo era su vida antes y después de tener luz en sus casas. Con ello, se pudo refrendar, en muchos sentidos, el vínculo que existe entre género y la electricidad.
De esta manera, se escucharon voces de las mujeres de dichas localidades que dieron cuenta sobre cómo la electricidad cambió sus vidas, desde que se sienten más seguras en sus comunidades, que sus hijos e hijas pueden seguir estudiando, y que pueden realizar sus jornadas domésticas de manera más sencilla.
Ya no alumbrarse con candiles o velas fue uno de los beneficios que reiteraron. Señalaron que ya no gastan en el combustible para encenderlos; ahora con los focos pueden realizar otras actividades como coser, realizar tareas escolares, tener más tiempo libre, entre otras.
Tener acceso a información a través de la escucha de noticias en la radio o en la televisión es uno de los mayores cambios en sus vidas a partir de la electricidad. Asimismo, algunas mujeres cuentan con teléfonos celulares porque ya los pueden cargar en sus casas, lo que les permite mantenerse comunicadas con familiares que se encuentran en otros lugares.
“La vida cambia cuando se empiezan a ver cosas diferentes. Estábamos sostenidas en la obscuridad”, refirió Elia, una de las participantes en la localidad de Tequila.
Para concluir con el taller, la Titular de la Unidad de Género, Mtra. Nimbe Durán Tellez, señaló que el empoderamiento debe incidir en la capacidad de agencia y de autonomía, que si bien no tiene una traducción como tal al náhuatl, se puede entender en su entorno y contexto, como fuerza interior. Reflexionaron acerca del concepto, para concluir que el poder radica en ellas mismas.
Por último, al ser las beneficiarias de los paneles y como parte del primer proyecto de electrificación con perspectiva de género, se aplicó una encuesta de seguimiento a fin de analizar el impacto diferenciado entre mujeres y hombres que ha tenido la electrificación de manera inmediata.