Por Roberto López Barradas

“Muchas personas creen que la falta de dinero es lo que las mantiene atrapadas en su situación actual. Ven el dinero como la llave maestra para mejorar su vida, pero la verdadera clave no está en el saldo de su cuenta bancaria sino en forma de pensar.” Esto lo dice el famoso escritor Robert Kiyosaki, autor del libro: Padre rico, padre pobre.

De igual manera, nos exhorta a cambiar de mentalidad, lo que traerá como consecuencia un cambio de vida, de nuestro futuro, nuestro destino; nos recomienda que en lugar de enfocarnos en las cosas que nos faltan, debemos enfocarnos en las que podemos aprender, y yo agregaría, que también debemos esforzarnos en desaprender muchas otras (cosa que es más difícil), a través de un cambio de hábitos.

Hace unos días empecé a leer un magnífico libro que se titula: “Hábitos atómicos” de James Clear, se los súper recomiendo; debo confesar, que lo he tenido desde hace meses, pero no me había decidido a iniciar su lectura, porque esperaba estar mentalmente preparado, enfocado, con la mejor actitud y disposición, pero un buen día lo tomé y no lo he podido soltar, inclusive hay capítulos que los he vuelto a leer, para poder procesar, asimilar y poner en práctica todas las recomendaciones que el autor hace. ¡Hágalo, léalo, no se va a arrepentir, se lo prometo!

Sin duda, todos queremos un cambio de vida para bien, pero la mayoría no sabemos cómo hacerlo, nos fijamos metas, objetivos, pero sin una estrategia que nos permita realizarlos, lo que frecuentemente ocasiona, que fracasemos rotundamente. La estrategia tiene que venir acompañada de un cambio de hábitos, es decir, cambios en nuestra manera de vivir; es difícil, pero a la vez fácil, por ejemplo: si llevas mucho tiempo con problemas de sobrepeso, sin poder hacer un cambio en tu cuerpo, ya con algunos problemas de salud quizás, lo que te ha faltado es cambiar tus hábitos alimenticios, cambiar tu dieta, no seguir comiendo lo mismo semana tras semana, consumiendo diariamente cantidades grandes de azúcar, harina, grasas, comida chatarra, que invariablemente, te harán que sigas igual o peor, además de incluir un poco de ejercicio 2 o 3 días a la semana, para ayudarle a tu organismo a funcionar mejor.

Sé que no es un tema que nos agrade, el dejar de hacer algunas cosas, por otras nuevas o diferentes, pero tenemos que hacer el esfuerzo para lograrlo. El autor James Clear, te invita a hacer una reflexión sobre el rumbo de tu vida, para identificar hacia donde se dirige, comenta que todo lo que tienes que hacer es evaluar tus pérdidas y ganancias con las decisiones diarias a lo largo de 15 o 20 años: ¿Gastas menos de lo que ganas cada mes? ¿Haces ejercicio o vas al gimnasio varias veces a la semana? ¿Lees libros y aprendes algo nuevo cada día?

Espero que éste artículo tenga el mismo impacto que este gran libro ha tenido en mí. Te voy a compartir otros conceptos más, para que puedas entender mi entusiasmo por animarte a leerlo y hacer cambios en tu vida. Continua afirmando el autor, que las pequeñas batallas que ganamos cada día, son las que definen nuestro futuro, que el tiempo magnifica el margen entre el éxito y el fracaso, y que multiplicará aquello que repites con frecuencia. Los buenos hábitos terminan siendo tus aliados. Los malos hábitos, tus enemigos. Y termina el capítulo sentenciando: “Los hábitos son una espada de doble filo: Los malos hábitos pueden dañarte tan fácilmente como los buenos hábitos pueden complementarte. El éxito es el producto de nuestros hábitos cotidianos, no de transformaciones drásticas que se realizan una vez en la vida”.

Otro de mis autores favoritos, Og Mandino, en su libro “El vendedor más grande del mundo” también comenta a cerca de los hábitos, él dice que: “La única diferencia entre aquellos que han fracasado y aquellos que han tenido éxito reside en la diferencia de sus hábitos. Los buenos hábitos son la clave de todo éxito. Los malos hábitos son la puerta abierta al fracaso. De manera entonces, que la primera ley que obedeceré, y que precede a todas las otras es la siguiente: Me formaré buenos hábitos, y seré esclavo de ellos”.

Comienza por identificar cuáles son esos malos hábitos que te impiden desarrollar tu vida de una mejor manera, que te distraen de las cosas verdaderamente importantes, que te hacen postergar tus planes, tus metas, que limitan tu potencial; y una vez que los hayas identificado, tienes dos opciones: los que puedas eliminar más fácilmente, debes suprimirlos ya, definitivamente, y los que te sean más difícil, debes reemplazarlos por otros nuevos, que sean de beneficio para tu vida, que ayuden a progresar, a encaminarte al cumplimiento de metas y objetivos, que cambien tu vida de forma positiva.

Por último, Dios también quiere que nuestra vida cambie y cambie para bien, por eso, todo debe empezar desde el plano espiritual, mediante la paz interior, el enfoque correcto, la renovación de la mente y el corazón como dice la biblia en el libro de Efesios capítulo 4, versículos del 22 al 24: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”

 

 

 

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