El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el día de ayer una marcha en la Ciudad de México, para celebrar su cuatro año de administración, ante una polarización política sobre la discusión de reforma electoral.
La manifestación se lleva a cabo pocos días después de la megamarcha que convocó Frente Cívico Nacional, en la que la oposición mostró gran músculo en las calles ante la inconformidad por la iniciativa que pretende modificar al Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral.
De acuerdo con informes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, acudieron más de 1.2 millones de personas a la marcha, que comenzó a las 9:00 h en el Ángel de la Independencia, con punto de finalización en el Zócalo, cuyo trayecto duró alrededor de cuatro horas.
López Obrador sorprendió al entrar a la plancha principal del Centro Histórico por la calle Madero, y no por la de 5 de mayo como estaba proyectado.
El ejecutivo federal subestimó a la marcha del INE, y en contraparte, afirmó que su movilización no fue una respuesta para mostrar su poder político, sino para celebrar su denominada Cuarta Transformación.
En dicho ejercicio, opositores desestimaron el ejercicio al afirmar que el gobierno federal acudió a los viejos mecanismos para atraer asistentes mediante el acarreo.