Por Alexa Vázquez
21 de marzo de 2025. Xalapa, Ver.- El teatro J. J. Herrera se convirtió en el escenario de una noche llena de arte y expresión con la presentación de la función “Los Ecos del Cuerpo” de la compañía Artefacto Danza, dirigida por Talía Pedraza.
Desde el inicio, la atmósfera fue íntima y reflexiva, cuando la directora tomó la palabra para explicar el sentido y la razón detrás de su trabajo artístico, compartiendo que la danza es su forma de enfrentar los males que aquejan al mundo, de transmitir emociones y conectar con el público desde la honestidad del cuerpo en movimiento; un mensaje que preparó a los asistentes para la experiencia que estaban a punto de presenciar.
La función comenzó con un solo, interpretado por el bailarín y coreógrafo de la compañía, quien envuelto en luces rojas y acompañado por un ritmo lento y profundo, logró captar de inmediato la atención del público. Su interpretación, cargada de emotividad, transmitió sensaciones de lucha interna y resistencia, marcando el tono de lo que sería el resto del evento. Cada movimiento estaba lleno de intención y el juego de luces acentuaba el dramatismo de su pieza.
Después, el escenario fue tomado por tres talentosas bailarinas que demostraron un dominio técnico impresionante y una gran capacidad expresiva.
Cada una aportó su estilo propio, pero la coordinación entre ellas fue impecable, creando un equilibrio perfecto entre individualidad y sincronía. Las transiciones entre una y otra eran fluidas, y la combinación de ritmos musicales permitió que cada bailarina luciera su versatilidad. Desde movimientos suaves y sutiles hasta secuencias de gran fuerza y presencia, las bailarinas lograron envolver al público en un vaivén de emociones que iba desde la calma hasta la intensidad.
Uno de los momentos más destacados fue observar cómo las bailarinas interpretaban diferentes ritmos musicales, dejando clara su preparación y sensibilidad artística.
Se notó que las coreografías fueron cuidadosamente trabajadas en cada detalle, desde el vestuario hasta la expresión facial, lo que aportaba al mensaje que buscaban transmitir: la lucha constante por encontrar belleza y esperanza en medio de un mundo que a veces parece opaco y difícil.
El espectáculo cerró con una pieza llena de energía y gran exigencia física. Las bailarinas entregaron su máximo esfuerzo en una coreografía vibrante, con movimientos rápidos y potentes que dejaron sin aliento a los espectadores. La fuerza y la pasión con la que se ejecutó este número final fue una clara muestra del amor y la dedicación que Artefacto Danza representa.
Al concluir la presentación, el público no dudó en expresar sus felicitaciones y agradecimiento por el espectáculo vivido. Entre aplausos y palabras de admiración, los asistentes reconocieron el esfuerzo, la entrega y el talento de cada uno de los bailarines. Sin duda, fue una noche que dejó huella, donde la danza se convirtió en un acto de resistencia, de belleza y de conexión profunda entre artistas y espectadores.