Por Heidi Castellanos
Suman ocho monos aulladores muertos presuntamente por las altas temperaturas en una parcela de la comunidad Barrosa del municipio de Hueyapan de Ocampo, Veracruz, equipos de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP) rescataron los cuerpos sin vida de los últimos tres monos que quedaron en los árboles.
Los restos fueron entregados a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) que realizará la necropsia para determinar con precisión la causa de la muerte. Aunque se sospecha que el calor extremo es el principal factor, los habitantes locales, también apuntan a la quema de cañones como un posible contribuyente.
“No sabemos si en verdad por la ola de calor o por acá quemaron unos cañales y esos cañales echaron mucho humo, pero todavía estamos en una hipótesis, se llevaron las muestras para checar bien qué es el daño que tienen”, informó el director de Protección Civil de Hueyapan de Ocampo, Roberto Zamora.
La emergencia para preservar a los saraguatos continúa, al menos siete monos han recibido atención después de caer desmayados de los árboles y en respuesta, autoridades locales y ciudadanos se han unido para instalar bebederos y comederos en los árboles, diversas comunidades han donado frutas y otros artículos esenciales.
Además la zona conocida como La Laja ha sido restringida mientras continúan las acciones de preservación.
“La brigada ha estado noche -tarde y hoy otra vez están, checando que estén bien, hidratando, si ven uno que está deshidratado, lo hidratan”, expuso Eustaquio López Lázaro, presidente del comisariado ejidal de Los Mangos.
Los pobladores recuerdan que estos monos llegaron hace más de 20 años, probablemente huyendo de la tala de árboles en Catemaco, y ahora enfrentan una nueva amenaza en su hábitat actual.
Por ello se han concentrado en los esfuerzos para preservar las pocas especies que quedan en esta parcela, ven con tristeza esta situación.
“Estamos haciendo lo posible uno para evitar a que se extinga en esta zona, para preservarlos, yo esperaría que el número de animales que aún quedan vivos no falleciera y que siguieran conviviendo aquí con nosotros”, expresó Fracisco Ramírez, habitante de Hueyapan de Ocampo.