Por David Uscanga

Autoridades sanitarias anunciaron un cuarto caso de infección de un trabajador de una explotación ganadera en Colorado,Estados Unidos, lugar donde previamente se había detectado un brote entre vacas lecheras; y como en los tres anteriores casos, el afectado solo tuvo síntomas leves que desaparecieron tras tomar el antiviral oseltamivir.

El nuevo virus de la gripe aviar H5N1 puede haber adquirido la capacidad de transmitirse entre mamíferos, que pasa de madres a crías a través de la leche, lo que supone un mayor riesgo para la salud pública.

Hasta el momento, se han identificado unas 30 infecciones en humanos en el mundo desde 2021 (año en que se detectó el primer caso del nuevo subtipo del virus) en su mayoría con síntomas leves o asintomáticos, tras el contacto con animales portadores; sin embargo 7 de los casos con la variante 2.3.4.4b, 4 desarrollaron la enfermedad grave y 1 falleció. Por ahora no se ha detectado ninguna transmisión de persona a persona. De momento la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el riesgo para la salud pública es bajo.

A pesar de esto, la epidemia ha llegado ya a todos los continentes, incluida la Antártida, donde en abril científicos españoles detectaron un “brote masivo” en mamíferos. Este alcance pone en evidencia la capacidad de expansión del virus a través de especies salvajes y su salto a las domésticas. Existe el riesgo cierto de que en estos saltos entre especies y recombinación de variantes el virus gane nuevas capacidades, en especial poder transmitirse entre personas, algo no observado hasta el momento.

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