Por Agustín Contreras Stein

12 de agosto del 2025. Xalapa, Ver.- ESTÁ probado que los programas sociales no resuelven el enorme problema de la pobreza en México. Los apoyos económicos que el gobierno federal otorga a gran parte de la población, entre jóvenes, madres solteras, becas estudiantiles y principalmente a los adultos mayores, se prestan, en la mayoría de los casos, para que muchos de los beneficiados no se comprometan a seguir trabajando y produciendo en bien del país. Tal vez, un poco justificados sean los apoyos que se otorgan a las personas adultas que ya no pueden trabajar o que, simplemente, ya no son ocupados laboralmente, aunque se presenta el problema de muchos de ellos que no disfrutan de estos beneficios, porque el resto de la familia es quien verdaderamente se aprovecha de esta situación.

Pero bien se sabe que los programas sociales no tienen el propósito de reducir la brecha de la pobreza, sino más bien, es la compra anticipada de votos, cuestión que el mismo ex presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, reconocía públicamente, pues los pobres eran votos seguros para Morena y para los proyectos políticos de quien se erigió como una especie de dictador.

México es un país de grandes oportunidades, pero para eso será necesario que el gobierno actual deje a un lado la actitud protectora y se disponga a ofrecer todas las facilidades a los inversionistas, crear un sistema político que sea confiable, sobre todo, una reforma judicial que responda, en verdad, a las necesidades del pueblo y sea fuente de seguridad jurídica para todos. Combatir frontalmente la inseguridad y devolviendo la confianza a los gobernados como a todos aquellos que deseen traer sus capitales, negocios y empresas al territorio nacional.

La dádiva política electoral proporciona buenos resultados para el partido político en el poder, pero limita totalmente el crecimiento de la nación, manteniendo un pueblo bastante empobrecido y alejado de toda posibilidad de crecimiento. México vive hoy una verdadera crisis política y social, pero lo más importante es que ya lo están acostumbrando a vivir de lo que le proporciona el Estado, tanto que estos beneficios ya se han considerado institucionales y constitucionales, pero con un futuro bastante incierto, pues el dinero se está acabando y tarde o temprano, ya no habrá suficientes recursos para el cumplimiento de estos favores y comenzará lo más grave, una nueva revolución social que tendrá otros motivos, el hambre, la desesperación y el reclamo constante de lo que, sin duda, considerará su derecho.

NUEVA VISIÓN POLÍTICA EN EL CONGRESO
SI ALGUIEN SABE cuáles son los sufrimientos de un pueblo, es precisamente el Maestro Esteban Bautista Hernández, quien ha surgido de las bases más alejadas del oficialismo político. Por eso,  quizá, en sus diversos encuentros con la población asume una posición comprometida para escuchar al pueblo acerca de sus necesidades.

Esta es, sin duda, una nueva visión política del congreso, donde se atiende y se buscan soluciones a los diversos problemas de los veracruzanos, sin quedarse, solamente, con el compromiso legislativo, que es una gran tarea también, sino que va más allá en el camino para completar la representatividad popular. El Maestro Bautista Hernández, con su experiencia, sabe bien lo que hace.

LOS TAXISTAS COBRAN LO QUE QUIEREN
PARECE QUE el reciente ajuste a las tarifas del autotransporte público, en su modalidad de taxis, se ha convertido en una importante excusa de los concesionarios taxistas y de quienes prestan sus servicios en esas unidades, para cobrar lo que les da la gana, aduciendo que sus necesidades no les permiten cobrar las tarifas oficiales. Mientras tanto, diversos problemas se han presentado con la mayoría de los usuarios.

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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