Por Agustín Contreras Stein
PARA LOS veracruzanos, el problema político del PRI no es la organización en sí, ni tampoco su militancia, menos sus estatutos y su mediana popularidad, lo es más que nada los que ocupan su dirigencia que ya no tienen nada qué hacer en estos momentos de su vida política. Se ha insistido que la verdadera razón de su empobrecimiento político se lo debe a quienes tomaron por asalto al Comité Directivo Estatal, los que ahora siguen buscando afianzarse de lo que sea para poder subsistir, pues saben bien que su presencia en la dirigencia del tricolor, ha sido perniciosa, mal habida, mal intencionada y carente de una inteligente estrategia política para salir adelante.
La dirigencia estatal, encabezada por Adolfo Ramírez Arana, ha puesto de cabeza la buena marcha del tricolor, porque se ha mantenido solamente como simple observadora de los acontecimientos, pero no ha movido un solo dedo para fortalecer, de verdad, la poca estructura política que aun le queda en algunos rincones del estado.
La necedad para permanecer al frente del PRI tiene sus razones, pues saben bien que un proceso político municipal les reditúa beneficios políticos y económicos, de ahí que la opinión pública justifique que al PRI lo han secuestrado unos cuantos, porque tal condición persigue siempre un fin de satisfacción personal y de sus propios intereses políticos y económicos, tal y como se ha visto desde que llegaron a dirigir los destinos del PRI estatal.
Para la alianza PRI-PAN, primero tendría que darse la condición esperada de que los actuales dirigentes del PRI dejaran el espacio libre para que otros políticos con mayor experiencia, y no tanto interés político personal, tomaran las riendas de esta organización política para rescatar un poco o mucho de lo que le queda.
No valen, pues, las acusaciones de ahora en contra de quienes no quisieron hacerles el caldo gordo.
Para Ramírez Arana lo que puede venir es la inmediata sustitución, aunque el proceso municipal esté en camino. Veracruz pierde al PRI como partido opositor, al quedarse solo con su soledad, pues ésta no es más que la consecuencia que tanto se ha señalado a través de los meses. Ramírez Arana, ni su dirigencia, puede dar buenas cuentas al priismo veracruzano, porque siempre ha vivido del presupuesto económico del partido y en lo político se han aprovechado bien de las propias circunstancias que rodean hoy al que fue famoso partido de las mayorías.
————————–
¿LOS TRAIDORES DEL PRI?
LOS PRIMEROS traidores del PRI se encuentran, precisamente, incrustados en la dirigencia estatal, comenzando por el propio presidente del Comité Directivo Estatal, Adolfo Ramírez Arana, si por traición se puede considerar el permanecer solamente como observadores del proceso electoral municipal y vivir cómodamente de los beneficios económicos que le corresponden al partido.
Mencionar que tales o cuales personajes son traidores al partido por haberse separado de sus filas, quizá momentáneamente mientras cambia la dirigencia estatal, no es lo más prudente para un dirigente espurio como lo es el actual presidente del Comité Directivo Estatal priista.
Los que se fueron tienen sus razones y en eso debiera reflexionar el supuesto líder del PRI estatal.
Se insiste, no valen las acusaciones en contra de ex militantes que y no quisieron continuar haciendo el caldo gordo a quien solamente se ha aprovechado de las siglas del tricolor.
—————————-
NO QUE NO
EL GOBIERNO DE MÉXICO ha tenido que responder a los Estados Unidos, desplegando más de diez mil elementos militares en sus fronteras para apaciguar un poco el exaltado enojo del presidente Trump, quien no ha dejado de tener en la mira a México, en virtud de que no ha hecho lo suficiente para detener la migración y principalmente por el no actuar en contra de los grupos organizados del crimen que tanto daño han hecho a los países vecinos.
Así responde la presidenta de México, ante la situación de crisis política y comercial entre los dos países.
Vendrán más acciones, como la intervención de fuerzas militares en territorio nacional, tal y como ya está sucediendo con el pretexto de combatir directamente el narcotráfico.
————————-
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.