Por David Uscanga
27 de octubre de 2024.- Un reciente análisis publicado en PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) reveló que son los microbios del medio ambiente, y no los combustibles fósiles, los principales responsables del reciente incremento en las emisiones de metano a nivel mundial.
“Entender de dónde proviene el metano nos ayuda a orientar estrategias de mitigación efectivas”, afirmó Sylvia Michel, asistente de investigación sénior en el Instituto de Investigación Ártica y Alpina (INSTAAR).
El metano es un potente gas de efecto invernadero que contribuye aproximadamente a un tercio del calentamiento global desde la industrialización. Aunque su concentración en la atmósfera es menor que la del dióxido de carbono, el metano atrapa alrededor de 30 veces más calor en un periodo de 100 años, lo que lo convierte en un objetivo crítico en la lucha contra el cambio climático. A diferencia del CO2, que puede permanecer en la atmósfera durante miles de años, el metano se descompone en aproximadamente una década, lo que significa que abordar sus emisiones puede generar un impacto inmediato en la desaceleración del calentamiento global.
El estudio indica que entre 2020 y 2022, el aumento drástico de metano en la atmósfera fue impulsado casi en su totalidad por fuentes microbianas. Desde 2007, los científicos han observado el papel significativo de los microbios en las emisiones de metano, pero su contribución ha aumentado a más del 90% a partir de 2020. Sin embargo, aún no está claro si este incremento se debe a fuentes naturales, como los humedales, o a actividades humanas, como los vertederos y la agricultura.